Desde Santa Fe

El presidente del PJ, Ricardo Olivera, señala hacia su despacho en el primer piso de la sede de calle Crespo. Su muñeca política es reconocida y elogiada por todos los sectores internos. “En esa oficina de la presidencia –cuenta- se definió la estrategia electoral de 2017 que nos permitió mantener en las elecciones generales los 500 mil votos que habíamos sacado en las PASO”. Un piso electoral más que envidiable. Olivera, la vicepresidenta del PJ Silvina Frana y el secretario general Leandro Busatto ya acordaron con la mesa del Foro de Intendentes Justicialistas repetir en 2019 esa fórmula de la unidad que consideran valiosa, pero no sólo en las elecciones de la provincia sino también en las contiendas locales, en todos los departamentos y distritos. El escenario que imaginan es que todos los candidatos del peronismo compitan en el mismo espacio, “en una PASO inteligente, racional y responsable”, propuso Olivera. “La construcción colectiva nos va a permitir el año que viene ser una alternativa de poder firme” en la Casa Gris y en los gobiernos locales.

Aquel acuerdo al que aludió el presidente del PJ es el origen del Frente Justicialista. “En 2017, había tres candidatos a diputados nacionales: Agustín Rossi, Alejandra Rodenas y Pablo Di Bert. Fuimos a una primaria bastante ordenada y a los dos días, en esa oficina de la presidencia del partido, definimos una estrategia electoral que nos permitió mantener los 500 mil votos en la general”, recordó. En realidad, fue más que una reunión a puertas cerradas entre Rodenas, Rossi y Olivera. Allí estaba también el presidente del Consejo nacional del PJ, José Luis Gioja, quien les dijo que el Frente Justicialista de Santa Fe era el espejo en el que se miraba el peronismo del país. “Los vengo a felicitar por la unidad. El ejemplo de ustedes va a ser imitado en otras provincias”, se ilusionó Gioja. Esa cuenta quedó pendiente.

Pero ahora, Olivera es “más optimista” para 2019. “La mayoría de los candidatos ha manifestado su decisión y voluntad de participar en las PASO y nos ha pedido replicar lo mismo en el interior de la provincia”, en los departamentos y distritos. El medio millón de votos de 2017 es el piso electoral del peronismo. Si bien los resultados no son comparables, vale el ejercicio de memoria: en 2011, a la cabeza de la lista de diputados provinciales María Eugenia Bielsa fue la más votada con 581 mil votos. En junio de 2015, Omar Perotti arañó los 560 mil en la carrera a gobernador que llevó a Miguel Lifschitz a la Casa Gris, pero cuatro meses después, en octubre de 2015, superó los 609 mil en las elecciones a senador nacional que le ganó a Carlos Reutemann y Hermes Binner y ubicó a su compañera Marilin Sacnún en la segunda banca en el Senado.

En la reunión del viernes con los intendentes de Rafaela Luis Castellano, de Reconquista Enrique Vallejos y de Villa Constitución Jorge Berti, la conducción del PJ acordó profundizar la “estrategia de la unidad” en la provincia y replicarla “en todos los departamentos, municipios y comunas”, dijo Olivera. “El objetivo es que todos los candidatos participen en una gran PASO. Todos adentro del justicialismo, más allá de las diferencias y tratar de resolver esto (la interna) en el mismo espacio”.

“Ese es el mensaje” –explicó Olivera- que la mesa del PJ llevará a toda la provincia. Ya estuvimos en Esperanza, y en Las Parejas y seguiremos con una rondad de visitas” a  las juntas departamentales.  “La mayoría de los dirigentes” coincide con la fórmula de la unidad, que “más allá de las candidaturas, es necesario profundizar la estrategia de construcción colectiva que nos permita el año que viene ser una alternativa de poder firme en la provincia”.

Un colega le preguntó por una primaria entre quienes se perfilan como candidatos: Perotti, Bielsa, Busatto, Sacnun y el diputado Marcos Cleri, pero Olivera evitó especular sobre nombres. “Lo que puedo decir es que vamos a replicar la estrategia de la unidad. En 2017, fuimos a una PASO bastante ordenada y a los dos días definimos una estrategia electoral que nos permitió mantener los 500 mil votos que habíamos sacado en las primarias. Eso no era común en el peronismo, generalmente después de las internas, los que perdían se iban a su casa”.