El Gobierno de Australia pidió perdón por no haber “escuchado, creído y brindado justicia” a las miles de víctimas de actos de abuso sexual infantil cometidos durante décadas en el seno de las instituciones del país. “Y una y otra vez, hoy, pedimos perdón”, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, ante el Parlamento en Camberra, al que acudieron centenares de sobrevivientes de abusos. Morrison remarcó que “los crímenes de abuso sexual ocurrieron en escuelas, iglesias, grupos juveniles, en los scouts, orfanatos, casas de acogida, clubes deportivos, grupos particulares, de caridad y casas de familia”. Una comisión gubernamental creada en 2012 investigó la respuesta de las instituciones a los abusos contra menores, escuchó a unas 17.000 víctimas, de las que unas 8.000 fueron convocadas de nuevo a sesiones privadas para explicar sus casos, que se remontan hasta la década de 1920.