La reunión de la cúpula del partido Socialista con Sergio Massa, Ricardo Alfonsín, Margarita Stolbizer y Humberto Tumini ya causó algunas diferencias dentro del Frente Progresista. El concejal Pablo Javkin, el candidato mejor posicionado para suceder a Mónica Fein dentro del Frente Progresista, cuestionó la reunión a través de un tweet: “Abrirse, escuchar, mejorar. No encerrarse en cuartitos a sacarse fotos con parte del pasado que debemos dejar atrás”. El mensaje a través de las redes sacudió a los socialistas, entre otras cosas porque el dirigente de origen radical ha demostrado lealtad a la Intendenta Fein en momento complicados a la hora de disputar su reelección. Este acercamiento con Massa -principalmente- trae consigo la aparición del diputado Alejandro Grandinetti, quien también mantuvo conversaciones con el precandidato a la Gobernación por el PJ Omar Perotti. Al parecer el diputado massista cree estar en condiciones de optar por sumarse a uno u otro sector, aunque en ningún caso tendría asegurada su nominación, la cual debería surgir de una primaria que en principio no le resultaría sencilla. Pero mas allá de este detalle, lo que molestó a Javkin, y también a dirigentes del socialismo que guardaron prudente silencio, fueron algunas definiciones que aparecen como apresuradas a la hora de conformar un espacio opositor. En ese sentido, el ex Gobernador y nuevamente aspirante a la casa Gris, Antonio Bonfatti, le bajó el tono al encuentro y dijo que “solo son conversaciones de diagnostico de la situación entre gente que esta preocupada por el desastre del gobierno e imaginando alternativas”. En rigor, el sector que encabeza el actual presidente de la cámara de diputados provincial, intenta conformar un frente mas amplio con participación de sectores del peronismo, situación que lo distancia del Gobernador Lifschitz que expresamente puso ese límite, el del PJ, a la construcción politica. En definitiva, la “foto” de la que se quejó Javkin tiene mas relación con un eventual armado nacional del que querría participar Lifschitz que de la construcción en Santa Fe, donde los principales cuadros partidarios sigilosamente “tejen” con el peronismo, y no quieren poner en riesgo la construcción en Rosario. Nadie presume un “portazo” de Javkin, cuya presencia fue determinante para que el Frente Progresista retuviera la intendencia de Rosario después de ser derrotado en las primarias del 2015. Pero el exdiputado que dejo su banca para sumarse al Gobierno municipal cuando le restaban dos años de mandatos, tiene ganada la consideración de la mayoría de sus socios políticos y en todo caso la diferencias deberían zanjarse en una interna abierta con el candidato que decida el partido socialista poner en frente suyo.