El título de la muestra que ocupa la totalidad de la sala del subsuelo del  Museo de Arte Decorativo y los jardines alude con ironía al artificio y a la ilusión de sus propios diseños, explica su curador, el artista pop Edgardo Giménez. Por eso el eje curatorial es el énfasis en el humor y en el despojo de todo tipo de solemnidad, de la cual Bondi escapa continuamente. El artista reivindica al humor y a la alegría como dos elementos que suelen estar ausentes en el diseño, y sostiene que si el espectador no toma la misma posición humorística a la hora de ver estos diseños, no podrá disfrutar de la complicidad que la obra propone. 

Giménez destaca también, la conducta del grupo a la hora de producir como un acto de valentía, ir hasta las últimas consecuencias de este humor. A su vez, señala en esta exposición el elemento kitsch como un rasgo fundamental del trabajo del grupo, y él mismo define a Bondi como “una niña cargada de sorpresas”. La sorpresa es un eje rector de estos diseños: de lejos parece una cosa, pero de cerca es otra.

“Bondi es la confirmación de que es posible pensar al mundo desde el margen y a la vez ser leído desde el centro como contemporáneo. En términos proyectuales es actualizar la pregunta que le hizo Borges a la literatura: ¿cómo recorrer el centro cultural a partir de la periferia? Hacer del margen una estética, una poética, una forma. Bondi es entender que el siglo XXI es el de la reivindicación de la periferia: conocer nuestras limitaciones es descubrir nuestras posibilidades”, aclara la dupla.

Por último, frente a la pregunta de cómo es hacer diseño en la Argentina, también son contundentes: “Hacer diseño en Argentina es transitar monte adentro, es hacer camino, con la dificultad que esto puede tener pero con la satisfacción de saber que todo está por descubrirse, por hacerse. Diseñar desde la periferia es reconocernos en tal lugar y operar mirando hacia nosotros mismos, con la potencialidad que eso tiene y la sinceridad también. Creemos, desde lo personal, que la búsqueda es propia, que la identidad no se puede generar ex profeso, que para mirar hacia fuera primero hay que indagar hacia dentro”, rematan.