La Plata inicia hoy una súper-micro-semana de hondo agite cultural con dos eventos que casualmente tienen un fuerte impulso de la Universidad Nacional de La Plata: el Circo Poético y el festival Nuevos Vientos. El primero articulará durante el miércoles y el jueves una gran cantidad de actividades destinadas a pibes de colegios e interesados en general en el patio central, el hall principal y algunas aulas de la Facultad de Humanidades: serán dos días de talleres, intervenciones, feria de editoriales del palo y poesía abierta al otro lado de la ruta 11, en 51 entre 124 y 125, ya Ensenada aunque muy cerca del conglomerado universitario en torno al bosque platense. El segundo se expandirá desde hoy hasta el viernes en distintos lugares del cuadrado platense, con sede central en la Facultad de Bellas Artes, que este año se suma al festival para potenciarlo: será la primera edición de las cinco que durará más de una jornada.

La historia del Nuevos Vientos está íntimamente ligada a la del Pura Vida. No sólo porque son espacios de resistencia cultural en una ciudad insigne pero raleada por una gestión política que no sintoniza con esa sensibilidad sino también porque de hecho el festival comenzó en el bar, la noche que las bandas Lynx y Muerte al Tío Cosa decidieron compartir sus turnos y hacer de ambos uno (como otros locales, éste estila “dividir” la noche para que no sea dominada por un artista sino animada por varios). Aquella experiencia iniciática terminó involucrando a ocho bandas y varios expositores y feriantes. Y fue tan buena que la replicaron a fines de aquel 2015 alrededor de la Plaza Islas Malvinas y el hermoso centro cultural homónimo, uno de los sitios donde La Plata ha decidido discutir su propia historia: fue durante muchos años un Regimiento de Infantería cargado de recuerdos espesos (la renuncia de Yrigoyen, el envío de conscriptos a Malvinas, su Casino de Oficiales) hasta que lo reconvirtieron en “espacio público” y empezaron a hacer nido allí un montón de expresiones culturales emergentes de la ciudad.

El Nuevos Vientos es uno de los mejores ejemplos: desde esa trinchera fue consolidando su oferta de música en vivo, performances, proyecciones, exposiciones visuales y ferias, hasta formatear un perfil que incluso permitió hacer pequeñas ediciones a modo de ciclo durante 2017. Poco a poco el festival se transformó en una silenciosa pero concurrida meca de la cultura joven platense: “Creo que creció muchísimo en la representación de nuevos artistas de una usina cultural tan grande como la de La Plata”, opina Danny Brichetti, músico de la banda Lynx y uno de los organizadores del Nuevos Vientos.

Se trata de un colectivo de artistas sub30 platenses con entusiasmo, ideas y ganas de ejecutar. “Somos parte de esa movida cultural desde distintos lugares y vimos la eficacia de fusionar artistas de diversas disciplinas como músicos y diseñadores de indumentaria o artistas gráficos con intervenciones performáticas. Eso genera otra dinámica en la propia escena platense porque después del festival quedan vinculados y conciben su arte con otra interactividad o complejidad.”

En esta quinta edición que comienza hoy, la curva de crecimiento se acelerará a través del vínculo con la Facultad de Bellas Artes, que pone a disposición sus instalaciones y se hace cargo de las complejidades técnicas del escenario principal. La acción comenzará a las 17 en el patio central de Bellas Artes (frente a Plaza Rocha) con música de Psycho, Carmen Sánchez Viamonte y Nido, además de feria, exposiciones e intervenciones. Mañana continuará también en la facultad (en vez de música habrá charlas sobre ilustración digital y baterías a partir de las 14) y en el bar Ciudad de Gatos (17 y 70), la primera de las sedes paralelas. El jueves la actividad estará repartida entre Bellas Artes y el Centro Cultural Juana Azurduy (63 entre 20 y 21). Y el viernes, en la jornada final, todo transcurrirá a partir de las 13 en Pura Vida (Diagonal 78 y 8) y también frente al bar, en la plazoleta Noche de los Lápices. Serán en total más de cien artistas seleccionados entre 600 postulantes.

La necesidad de expandir sedes y días llevó a les muchaches del Nuevos Vientos a buscar recursos por fuera. Luego de “malas experiencias” con la Secretaría de Cultura de La Plata apareció la UNLP y el ánimo mejoró. “Estamos transitando una situación difícil ya que hace más de uno año que muchos espacios son clausurados y forzados a no trabajar, cuando el gobierno tendría que colaborar para lo contrario”, apunta Danny. “El vínculo con la universidad fue fundamental y hasta obvio porque casi todos los que estamos en este festival estudiamos o nos graduamos ahí, y al mismo tiempo es una fuente de mentes con mucha profesionalidad y dedicación que nutren a la ciudad. En momentos como estos, creo que es una buena valoración de la educación pública el generar estas cosas en estos espacios”, sostiene Brichetti, quien remarca el eje entre Bellas Artes (donde comienza el festival) y el Pura Vida (donde terminará) como un frente de defensa no sólo de la universidad pública sino también de espacios independientes y fundamentales.

Entre todos esos “hijos de la universidad pública platense” está uno de los protagonistas del calendario de actividades, Chivas Argüello. El ¿ex? cantante y guitarrista de normA será entrevistado junto al Flaco Sagasti, de Pérez, por la periodista y fotógrafa Victoria Iseas, el jueves a las 18 en la sede Fonseca de Bellas Artes (a dos cuadras de la principal). Chivas, que también es “hijo del Pura Vida”, viene de familia de profesores y confiesa que aceptó “encantado” la invitación porque apoya “toda iniciativa que surja de ahí”. Así se vislumbra en esta edición del Nuevos Vientos no sólo una reivindicación de la cultura joven platense tal como se la venía entendiendo sino también un refuerzo en la alianza histórica que ésta tuvo y tiene con la UNLP, la cual actualmente tiene más de 100 mil estudiantes de todo el país y 3000 empleados, entre profesores y no docentes, además de una de las tasas de graduación más alta de Argentina.

“Rescato la universidad como una forma de llegar a la libertad del pensamiento del ser humano en su parte más profunda. Me permitió expresarme de forma libre, pensar democráticamente y tener más oportunidades”, banca Chivas acaso como respuesta a quienes ven en la educación pública un gasto y niegan su capacidad de desarrollar habilidades, métodos de conocimiento y razonamientos críticos, valores que también necesitaría un artista: “En esta coyuntura tan enemiga de la educación y de crear sistemas de expresión y pensamiento más pluralista, la universidad es uno de los últimos pilares que quedan y debemos defenderlo”.