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¿Cómo le va, lector, cómo anda? ¿Empezando el 2017, como corresponde según la lógica calendaria, o no?  ¿Le llama la atención ese “o no”? ¿Usted de verdad cree que todo el mundo está empezando el 2017, como nos hacen creer los medios hegemónicos, que se pusieron de acuerdo para poner todos la misma fecha, y así, de alguna manera “uniformar” el sentir popular o liberal y estimular la creencia, el mito, la leyenda, de que estamos todos compartiendo el tiempo, que vivimos en un tiempo compartido?

¡Nada más lejos de la verdad, lector, y eso considerando que uno pueda alejarse o acercarse a la misma,. que la verdad pudiera ubicarse en algún lugar, que existiera “topológicamente hablando” un sitio concreto, real, en el que algún cartel indicara, certeramente “Aquí está la verdad”. 

Y también, que  al ladito nomás,  cancheramente apoyado sobre el cartel en cuestión, un sujeto tan elegante como malicioso nos mirase con sorna, la vez que, diciéndolo explícitamente o no, nos da a entender que  “Yo soy el dueño de esta verdad, es mía, y ni se te ocurra acercarte a mi verdad, porque serás duramente reprimido por seres nada virtuales, que, a falta de verdades propias, defienden la mía a cambio de unos billetes y la posibilidad de liberar sus instintos y ejercerlos sobre quienes quieran ocupar mi verdad si ser invitados a la misma, autoadjudicársela, o, lo que es peor, negarla”.

No lector, acá en Sátira/12 no creemos en verdades absolutas  (apenas si creemos en verdades obsoletas), por lo cual, aceptamos de buen grado que usted pueda no estar comenzando este 2017, y en cambio, se halle:

  • En 2017, pero en octubre, Será usted entonces un sujeto muy electoral, pendiente de las urnas. Creerá que su futuro imperfecto, su potencial, su imperativo y su presente indicativo dependen del resultado, de las boletas que tengamos a bien depositar
  • El 2017, pero en marzo. En marzo comienza el año escolar, el año legislativo, y en una época. Comenzaba el año psicoanalitico. En marzo se cumplen las promesas , o no. En marzo se tensan las cuerdas, o se relajan. En marzo mataron a Julio Cesar, derogaron la Ley Cerrojo, cumple años mucha gente, habrá quien se enamore,  quien se vaya de viaje y quien se haga el chequeo correspondiente para ver cómo le anda el colesterol.
  • En 2001, en diciembre. Hay personas que caminan con sensación apocalíptica, sepudretódica, estrepitósica. Algunos desean la vuelta de Cavallo, al solo efecto de que renuncie. La sensación “quiermisdolarica” afecta a parte de loa argentinos. Es endémica. Aunque a veces se vuelve epidémica, y epidérmica.
  • En 2016, mas o menos junio. Gente que esta juntando tiempo para poder terminar de pagar las boletas, cuyos montos se han incrementado de manera apenas comparable a lo del precio de la carne, que también
  • A 1017, podría ser enero. Tiempos de la  Edad media, las cruzadas, el saber vinculado a lo religioso y a lo poderoso de manera simple. “Lo que el rey y los obispos querían que sepas, lo sabes, el resto, lo ignoras”. Era fácil en esos tiempos, para un Ministro de Ciencia y Tecnología, disminuir el presupuesto. Lo imposible era que hubiera ministerio de Ciencia y Tecnología
  • En Tiempos negros, sin fecha establecida. Épocas en las que se puede reprimir, encarcelar, anular derechos, así, como viene, si más, e incluso reclamando la razón y los buenos modales.
  • En Tiempos Modernos, Tiempos Difíciles, Tiempos Interesantes, Tiempos Violentos , Necesitamos un Tiempito o Tiempo para el tiempo y un rato más

¿Ve lector, lo que le digo? Cada uno está en el tiempo en que se le canta, aunque alguno parece estar en el tiempo “que se le baila”

Y eso que nos referimos a nuestro país, porque acá estamos, porque lo queremos, y porque es lo que vemos cada mañana, o cada tarde ( cada uno tendrá sus costumbres somníferas) al despertar.

Pero hay otras realidades, tal vez mejores, tal vez peores. Por ejemplo, en EE UU; un nuevo presidente enarbola el país. Uno que prometió hacerlo mas grande ( sospechemos que sin invadir a otros, que sería la manera habitual), más rico ( idem) y mas poderoso (ibidem), en un país en el que no necesariamente gana quien consigue mas votos. En este caso, justamente, ganó el que consiguió menos votos, pero en los lugares precisos.

Ganó un hombre que parece despreciar a las mujeres, los afrodescendientes, los latinos, los pobres, los gays, los desocupados, que seguramente no lo habrán despreciado a él, si no hubiera perdido las elecciones

Ganó.

Asume

Y de esto, trata este suplemento.

Hasta la semana que viene, lector

@humoristarudy