La ex canciller Susana Malcorra declaró hoy que el “abuso de la prisión preventiva es muy peligroso” en referencia a los procesamientos con prisión preventiva de funcionarios del gobierno anterior. Se refirió a esa figura como una “excepción”, que “tiene claramente definidas las condiciones por las cuales se aplica”, entre ellas, “el riesgo que la persona se escape del país”.

El argumento utilizado hasta el momento para sostener el encarcelamiento de funcionarios del gobierno anterior es la llamada “doctrina Irurzun”, que sostiene que los imputados, por haber sido parte del gobierno, pueden entorpecer la investigación o fugarse, o que tendrían “nexos” para hacerlo, sin elementos concretos que den cuenta de que esto sea realmente así. En ese contexto Malcorra señaló que uso de esa figura está muy cuestionado por “los Derechos Humanos y las Naciones Unidas”. Dijo además que la prisión preventiva debería reducirse al uso “mínimamente necesario” y que es “preocupante” que se la utilice “de manera permanente como en muchos casos se está haciendo en Argentina.”

Los dichos de la ex funcionaria llegan a tan sólo un mes de que el ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano se expresara en la misma línea. Garavano también había alertado sobre el abuso de esta figura penal y dijo que “no es bueno que un ex presidente esté detenido o se pida su detención”, en referencia al pedido de desafuero y detención que pesa sobre la ex presidenta Cristina Fernández. Como represalia a estas expresiones públicas la diputada Elisa Carrió amenazó con enviar al ministro a juicio político.

Por otro lado, Malcorra se refirió al triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil como un hecho que “me produce una gran preocupación”. Evaluó que el auge de un candidato con las características del presidente electo (apologista de las armas, nostálgico de la dictadura, xenófobo, misógino, racista y homofóbico) podría ser el resultado de que “el ciudadano cuando tiene temor tiende a ponerse más egoísta”.

“Así somos los seres humanos y hay quienes aprovechan esto, generando un estilo más conservador en lugar de un estilo más integrador”, analizó la ex funcionaria, quien también mira con preocupación el futuro de las relaciones bilaterales con ese país.

El nuevo panorama político de Brasil, para Malcorra, “muestra un Brasil más concentrado en sí mismo y menos en el Mercosur, en la Región y en los vínculos que nos unen” y esos “son signos que generan una gran pregunta de cómo será la relación” con Argentina.