La inscripción online para las escuelas porteñas cerró ayer y el panorama no es alentador: como cada año, ya hay denuncias por fallas en el sistema, retrasos en los resultados de algunos distritos y, nuevamente, niños y adolescentes sin escuelas. Este año, unos 15 mil chicos y chicas quedaron fuera del sistema educativo debido a la falta de vacantes en la Ciudad y el deficiente sistema de anotación a través de la web.

El conflicto, que crece año a año, podría resolverse con la construcción de nuevas escuelas, una de las tantas promesas incumplidas de la gestión del PRO. Lejos de esto, la educación porteña se prepara para el presupuesto más bajo de su historia en 2019 con un fuerte recorte en infraestructura escolar. Además, la ministra de Educación, Soledad Acuña, anticipó el cierre de las salas del nivel inicial y que se tendrá como meta la universalización educativa sólo a partir de los 3 años.

Y es que de la mano del brutal ajuste a nivel nacional, el presupuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires también prevé un fuerte recorte del gasto público. Según un análisis realizado por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), si bien los 321 mil millones de pesos del presupuesto 2019 presentan un aumento del 26 por ciento en términos nominales respecto a 2018, si se tiene en cuenta que la inflación proyectada para el próximo año es del 34 por ciento, el presupuesto sufre un recorte real del 6,1 por ciento. En el caso específico de Educación, el presupuesto asciende a 55 millones de pesos, lo que equivale a un recorte real del 4,5 por ciento y una caída acumulada del 15 por ciento durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.

En términos de infraestructura escolar, clave para poder solucionar la falta de vacantes, el gobierno propone un ajuste del 42 por ciento y solo planea construir tres escuelas de nivel inicial y cuatro primarias durante el próximo año. “Cuanto menos presupuesto hay, hay más pibes fuera de la escuela”, sostuvo Eduardo López, secretario general de UTE. Además, aseguró que en la Ciudad hay un “proceso de privatización de la educación vía ausencia del Estado” (ver aparte). 

“Es un sistema que empuja al sector privado como sea. Primero con la niñera o el jardín rodante, hasta llegar al jardín privado. Y ahí te encontrás con otras familias que están en la misma situación y que llevan a sus hijos al jardín privado porque siguen esperando”, contó Marina, mamá de Juana, de 4 años, que se quedó sin vacante 2 años seguidos y hoy está a la espera de una respuesta judicial. 

En el ciclo lectivo 2017 faltaron 11.958 vacantes: 10.480 en el nivel inicial, 872 en el nivel primario y 606 en el secundario. En los tres niveles, el mayor problema se da en Retiro y la zona sur de la Ciudad, las zonas que tienen menores ingresos económicos, donde la crisis habitacional es más aguda y dónde más ha aumentado la desocupación. En el nivel inicial, el mayor problema se encuentra en Retiro, que representa casi el 12 por ciento de la falta de vacantes para ese nivel. En el primario, el barrio más afectado es Lugano, que representa el 22 por ciento del total de vacantes en falta. Mientras que en el secundario, el déficit de vacantes en esas zonas equivale al 46 por ciento del total. “En Lugano hay un problema estructural de base porque, justamente, es la zona con mayor población en edad escolar, pero la que tiene menos oferta educativa. Hoy el problema es tan grave que tampoco hay oferta privada, por eso hablamos de violaciones concretas al derecho a la educación: en la zona sur hay chicos que directamente no van a la escuela”, denunció Viviana Reynoso, abogada del Colectivo Juguete Rabioso, una organización que brega por la protección de los derechos de los niños y niñas (ver aparte).

“La situación de la falta de vacantes en la Ciudad es crítica”, sostuvo por su parte el diputado porteño Patricio Del Corro (PTS Frente de Izquierda) e integrante de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la Legislatura. “Cada año empeora y, por la situación económica, el año que viene va a empeorar porque mucha gente que antes podía pagar una cuota de un colegio privado, hoy ya no lo puede hacer y eso hace crecer la inscripción en las escuelas de gestión pública. Y ahí el problema no es solamente la falta de vacantes sino también la superpoblación, especialmente en la zona sur de la Ciudad”, agregó. Además, señaló la dificultad para acceder a información precisa sobre la problemática debido al funcionamiento de la inscripción online. “El sistema generó muchos más problemas para la inscripción para las familias de menor poder adquisitivo, que son las que tienen menor acceso a internet o mayor dificultad para el uso de esas tecnologías. Pero, además, dejó el monopolio de la información en manos del mismo ministerio que recorta las vacantes”, aseguró. 

En 2016, Del Corro presentó un amparo para solicitar que el gobierno de la Ciudad informe la cantidad de vacantes ofertadas para las escuelas estatales, cuántos alumnos las solicitaron y cuántos se quedaron sin vacantes. “En la causa judicial que tenemos, la ministra Acuña se negó a dar esa información, incluso con pedidos y multas de la Justicia por no hacerlo, y sostenía que solo faltaban vacantes en el nivel inicial. Como no dio la información, la jueza Elena Liberatori tuvo que citar a todos los supervisores de los distritos escolares para preguntarles uno por uno si faltan vacantes en sus distritos o si reciben chicos y chicas de otros distritos donde faltan vacantes. Lo que salió a la luz es que efectivamente faltan vacantes en todos los niveles”, dijo el legislador. 

“La falta de vacantes ni siquiera es un tema que esté en la agenda del gobierno porteño, según las metas físicas proyectadas en el presupuesto 2019. El presupuesto prevé la creación de casi 3 mil vacantes para los niveles inicial y primario, pero está muy lejos de alcanzarse. Este problema tiene una sola solución y es mayor inversión, pero en 2019 cae el presupuesto de infraestructura y mantenimiento escolar. Además, hay rebajas sensibles en áreas como asistencia alimentaria, esto implica la reducción de becas, recorte de raciones y baja calidad de los alimentos en un contexto de crisis económica y social creciente”, expresó el legislador por el Bloque Peronista Santiago Roberto. En esa línea, subrayó la necesidad de construir nuevas escuelas que den respuesta a este conflicto y criticó la falta de inversión por parte de la gestión del PRO en esa área. “La Ciudad, a pesar de ser la más rica del país, apenas destina el 5 por ciento de los recursos del presupuesto educativo para obras de refacción y construcción de nuevos establecimientos”, detalló. “Las prioridades del gobierno porteño están claras. El año que viene destinará 283 millones de pesos más a la construcción de comisarías que de escuelas y tendrá un 47 por ciento más de presupuesto para arreglar veredas que para infraestructura escolar”, analizó el diputado.

Entre los compromisos de gobierno de la gestión Rodríguez Larreta figura la construcción de 30 nuevas escuelas con salas de 3 años para 2019. Una vieja promesa incumplida de tu antecesor, el ahora presidente Mauricio Macri. Sin embargo, según datos del propio gobierno, sólo se construyeron 11. El resto aún están en construcción y, en la mayor parte de los casos, el avance de las obras es menor al 15 por ciento.