El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió ayer “paciencia, frialdad y determinación” en la situación de seguridad en Israel tras la tregua de Gaza, que levantó críticas entre la población y provocado una crisis en la coalición gubernamental.

“Estamos en medio de una campaña. Paciencia, frialdad y determinación son necesarias. Nos estamos preparando para lo que viene después”, indicó el jefe de Gobierno de Israel en un comunicado.

La tregua de Gaza motivó la renuncia del ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, quien demandaba una operación a gran escalada contra el enclave.

Esta renuncia y el ultimátum del titular de Educación, Naftali Benet, que pidió la cartera de Defensa a cambio de mantener el apoyo al Ejecutivo de su partido ultranacionalista Hogar Judío, aumentaron las posibilidades de un adelanto electoral.

Netanyahu salió al paso de las declaraciones del titular de Cooperación Regional, Tzachi Hanegbi, quien dijo hoy a la Radio del Ejército que “la agresión del (movimiento islamista) Hamás fue “menor”, porque los proyectiles solo llegaron a las comunidades cercanas a la Franja y no a Tel Aviv, a unos 70 kilómetros. “Esta mañana escuché un comentario escandaloso, y seguido de una disculpa, tengo que aclarar las cosas”, manifestó Netanyahu, sin nombrar al miembro de su Ejecutivo.

“Sderot (localidad colindante a la Franja) es como Tel Aviv. La seguridad de los residentes del sur es tan importante como la seguridad del resto de Israel”, añadió, en medio de las protestas contra el alto el fuego con los islamistas que convocan desde el martes los israelíes que residen junto a la Franja. Cientos de estos residentes acudieron hoy a una manifestación en Tel Aviv para mostrar su disconformidad con la aceptación de la tregua.

Un sondeo publicado ayer en Mako.co.il. reflejó que el 74 por ciento de los israelíes están descontentos con Netanyahu por la gestión de la crisis y que su partido Likud perdería cinco escaños si hoy celebraran elecciones.

Netanyahu está manteniendo reuniones con los miembros de la coalición y de su partido para salvar el Gobierno, y ayer canceló un viaje oficial a Austria previsto para la semana que viene.