Traspasar el lenguaje para dar la no-noticia. Evitar la información inmediata y difundir la actividad poética que bulle en lugares casi secretos, en espacios que las instituciones conceden, sin saber muy bien por qué o para qué. Aprovechar el descuido y propagar la palabra que significa más allá de lo que dice.
I.Escribe
escribe para pensarse /para estirar la mano /lánguida
y que le sirvan vinos de uvas rojas o blancas
para recostarse sobre lanas /y sentir como le anida el calor
para sentir el cuero animal en la espalda
y los tejidos de oro iluminándola
escribe para envidiarse a ella misma
con el felino a sus pies /el cuerpo todavía joven/y los músculos tensos
escribe porque ya no sabe / cómo decirle
que lo extraña /que no puede dejar de pensarlo
como un esclavo / sirviéndole / que sin él no es ella
escribe para convencerse / que tal vez no le importe
vivir sola para siempre /que tal vez pueda / seguir así
en la inmensidad (ubicuidad)
de su propia / imagen
(Marcela Atienza, Taller de Monstruos y Otras Maravillas, Club Universitario de Rosario)
La alegría de expresar es exuberante. El lenguaje proyecta visiones que crean universos, que crean realidades. Afuera hay un mundo que penetra el taller y luego el taller sale al mundo, y lo penetra en forma de texto literario.
II.Ocupaciones maravillosas
Qué maravillosa ocupación, desparramar sueños entre las bellas durmientes mientras esperan ser liberadas de su maldición y hacer más agradable su agónica y dormida espera.
Qué maravillosa ocupación ponerle ruedas a las patas de los perros para que puedan perseguir durante largo tiempo a los autos que pasan por sus calles, y se pierdan en los barrios distantes, y otras personas los adopten por un rato ya que, por las ruedas, continuarán con su derrotero infernal, terminando y empezando, tarde o temprano, en aquella misma cuadra donde fueron objeto de tal modificación.
Qué maravillosa ocupación dedicarme a cambiar cabezas por frutas y verduras, así no se piensa tanto, porque tanto pensar pierde a todos.
Qué maravilloso posibilitar que verduleros y fruteros se especialicen de tal manera que produzcan frutas y verduras con caras de famosos, y cuando todas las cabezas ya estén cambiadas -y porque nadie piensa nada coherente- todo termine pare el lado de los tomates.
Que maravillosa ocupación trabajar de señalador de libros y marcar páginas y frases que le permitan al príncipe, en su recorrido literario, hallar el camino que lo lleve hasta la bella durmiente.
(Luis Garavaglia, Taller de Flores Diversas, Asociación Cultural Rumbo San Nicolás)
La propia vida vive como un silencio materializado. Pareciera que para comprender mejor el silencio de la vida es necesario que el taller rompa el cristal de la palabra anquilosada.
III.Recuerdos
Mi infancia es distinta cada vez que la recuerdo
Los muebles cambiados de lugar
Las puertas y ventanas cambiadas de lugar
Las ciudades cambiadas de lugar /libros y armas cambiados de lugar
Cada vez que recuerdo mi infancia /tengo otro nombre y otra dirección
Incluso otros padres y madres / En mis recuerdos no existen lo guisos
las canciones de cuna, ni los baños tibios
Existen enredaderas que son escondites
baúles que dan a mundo extraños/perros rabiosos lamiéndome los ojos
Veo mis rodillas pegadas a mis orejas
Mi cama rodeada de tramperas y otras profundidades
En uno de esos recuerdos mi madre volvió de cacería
con vísceras que tiró a los pollos
y con el resto cocinó historias desabridas
que hicieron aún más negra la noche
Es posible que me pidiera antes de olvidar mi nombre
que fuera buen chico / ¿cómo podría /con semejante monstruo?
Insisto en recordar mi infancia solo para que no vuelva.
(Jorge Guzmán, Taller de Monstruos y Otras Maravillas, Club Universitario de Rosario).
Alcanzar el propio orden, la propia cadencia. Trabajar la frase, su sonoridad, su policromía, su consistencia, su fluidez. Tomar, sacar, trastocar, discutir con el propio criterio, son acciones que nos llevan a trascender el enamoramiento primero con lo escrito para acercarnos, lo máximo posible, al texto deseado.
IV.En presencia de lo mágico
Nosotros volvemos aquí para dormir. Hemos llegado a ninguna parte. Lo indican los pájaros desencontrados. Por su postura, no sabemos si estamos llegando o si hemos partido. Los ojos inanimados del caballo azul esconden sueños invisibles con ilusiones cargadas de hojas amarillas. Debemos atrevernos a pasar al interior de escaleras rosadas y terrosas. Abandonaremos el casco y los dos rostros. Hay que encontrar un lecho para nosotros y otro para Cerbero, que luce su bufanda amarilla para protegerse de las heladas noches de este sitio.
Dejamos atrás los verdes y anaranjados atardeceres, siguiendo un sendero que no se ve, pero que existe y existe para nosotros o para cualquier aventurero que se anime a traspasar las paredes azules y a encontrar un recodo de paz.
(Graciela Sosa, Taller de Flores Diversas, Asociación Cultural Rumbo, San Nicolás)
Dado que la sociedad actual brinda pocas oportunidades para sacar el pie del acelerador. Dado que la individualidad se abisma en un egocentrismo infecundo, el taller literario es un lugar preciado y precioso, en tanto espacio colectivo donde el hacer individual se vuelve dialógico y por ello, comunicativo, social.