Más de 800 centroamericanos de la Caravana del Migrante entraron durante la mañana de ayer a la ciudad de Tijuana, en México, y se instalaron en el Parque de la Amistad. Son los primeros de la caravana en llegar a la frontera con Estados Unidos y ahora esperan poder presentar sus peticiones de asilo.

La caravana salió de San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre. La mayoría de sus integrantes es hondureña, salvadoreña y guatemalteca, aunque también hay nicaragüenses. Tras caminar centenares de kilómetros, pasaron la última noche de su peregrinaje durmiendo en micros que los dejaron a un costado de la caseta de peaje de Tijuana. A la mañana, iniciaron su periplo por la ciudad para dirigirse a este parque que se ubica en la zona oriente de esta frontera, donde existen segmentos de la población que muestran expresiones racistas y xenofóbicas.

Según las autoridades del estado mexicano de Baja California, antes de la llegada de la caravana ya se contabilizaban cerca de 4000 personas que llevan meses esperando turno para pasar por la estación migratoria estadounidense. 

Integrantes de la caravana fueron agredidos por un grupo de treinta vecinos del barrio de Playas de Tijuana visiblemente alcoholizados, que exigieron que se fueran de la zona federal incluso con expresiones xenofóbicas y homofóbicas. Una reportera recibió un golpe en el rostro de los inconformes, que aseguraron que defienden la soberanía nacional y la seguridad de sus familias, porque los miembros del contingente son pandilleros.

De acuerdo a Irineo Mujica, activista de la organización Pueblos Sin Fronteras, el grupo permanece en esta, que es la zona más noroccidental de México, a la espera de ubicar un lugar para instalar un campamento, puesto que se rehusaron a trasladarse al Refugio Temporal en la Zona Norte. “Sabemos que Donald Trump está pidiendo los datos biométricos para poder hacer un decreto donde va a declarar a todos como terroristas. Definitivamente hay miedo y desconfianza”, dijo  Mujica, que acompaña la caravana. 

Para su protección, los defensores de los derechos humanos hicieron una valla y para evitar agresiones de grupos racistas conformados por algunos tijuanenses. Debido a que el Instituto Nacional de Migración carece de un censo, se estima que en la ciudad fronteriza se encuentran alrededor de  1600 niños, mujeres y hombres que solicitarán asilo político a la administración Trump.

Entre martes y miércoles, nueve migrantes cruzaron la Línea Internacional, a la altura de Playas de Tijuana, a unos metros del mar, para entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza norteamericana. Se trata de un hombre, una embarazada, otra mujer con un hijo de cinco años y una madre con cuatro menores de edad, entre ellos un bebé de ocho meses.

Centenares de migrantes de la segunda caravana que atraviesa estos días México dejaron en las últimas horas la capital mexicana rumbo a Tijuana. Según los últimos informes, centenares de migrantes de esta segunda caravana, en su mayoría hondureños, salieron en las últimas horas del complejo deportivo donde se alojaban en Ciudad de México para poner rumbo a Querétaro y a Tijuana. La mayoría salió del estadio a pie para luego subirse a algún vehículo que los transportara gratuitamente, aunque algunos de ellos pagaron un pasaje de autobús.

Otras dos caravanas, conformadas por varios miles de personas en su gran mayoría salvadoreños, también siguen su ruta por México desde hace varios días, avanzando por el sur y centro del país, todavía a miles de kilómetros de la frontera con Estados Unidos. No obstante, en la capital quedarían todavía alrededor de mil personas, que podrían pasar el fin de semana en este espacio y a los que se podrían sumar personas procedentes de otras caravanas que entraron posteriormente al país.

Trump ha calificado a los migrantes de “criminales” y acusa a la caravana de impulsar una “invasión”. Para contenerla, dispuso el controvertido envío de hasta 9000 soldados a su frontera sur. También cerró parcialmente con barricadas y alambre de púas las garitas fronterizas de San Ysidro y Otay Mesa, que conducen a California.