El Gobierno ejecutó ayer, por decreto, una ampliación de la pauta de gastos para este año por un valor total de 412.752 millones de pesos, lo cual representa un aumento del 14,3 por ciento en el valor total de erogaciones del año en curso. Mientras impulsa un brutal ajuste en las cuentas públicas del año próximo, el Poder Ejecutivo, con la firma de Mauricio Macri y de su jefe de gabinete, Marcos Peña, modificó las asignaciones presupuestarias de 2018 para otorgarle al pago de la deuda 201 mil millones de pesos adicionales, por encima de la partida prevista. Los otros 211 mil millones se reparten entre asignaciones de recursos a subsidios a la economía, transferencias a cajas previsionales provinciales, obras energéticas y del área de transporte, principalmente. 

El Poder Ejecutivo dispuso además, a través del mismo decreto, reasignaciones de partidas por 40.600 millones de pesos, con el objetivo de “incrementar los créditos presupuestarios destinados a atender los haberes del personal de la Administración Pública Nacional, hacer frente al pago de prestaciones previsionales y de las asignaciones familiares y atender jubilaciones, retiros y pensiones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

El gobierno justificó la decisión en que “este año se observó un nuevo contexto internacional que implicó una mayor volatilidad de las variables financieras, del tipo de cambio y de los índices de precios tomados en cuenta al elaborar el Presupuesto 2018”. En rigor, ninguna de las proyecciones de las variables monetarias que fueron incluidas, a fines de 2017, en el Presupuesto General 2018, siquiera se acercaron a los valores que efectivamente se concretaron. El que afectó principalmente a la cuenta de pagos de servicios de la deuda pública fue el salto en el valor del dólar, que modificó sustancialmente el valor en pesos de la deuda nominada en moneda extranjera. 

El ajuste que dispuso el decreto 1053/2018 dispone una partida adicional de 201.068 millones de pesos para el pago de servicios de la deuda en moneda extranjera, con un dólar que se disparó por encima de los 35 pesos (cotización mayorista) desde los primeros días de octubre, contra una previsión presupuestaria apenas superior a los 20 pesos, aprobada en diciembre de 2017. 

Por el mismo decreto, se incrementaron los recursos asignados a subsidios o “asistencia de servicios económicos” en 65.540 millones de pesos. Y otros 51.190 millones de pesos fueron adjudicados a transferencias a Cajas Previsionales Provinciales y a la Secretaría de Trabajo. Otros 36.294 millones de pesos serán destinados a las acciones para la Ampliación de las Redes Eléctricas de Alta Tensión, y 14.818 millones de pesos para la modernización de la Red de Transporte Ferroviario. Además, 10.480 millones de pesos fueron adjudicados a las aplicaciones financieras del Ministerio de Transporte y 5566 millones para prevención y control de discapacidades.

“Las nuevas circunstancias exigen adoptar medidas urgentes para adecuar el nivel de ingresos y gastos y simultáneamente, acelerar la consolidación fiscal y no generar mayores desbalances”, expresa en los considerandos el decreto, sugiriendo que las modificaciones no tendrán impacto en la política fiscal. Según señala el mismo decreto, las medidas que se adoptan no impiden alcanzar la meta fiscal de 2018 equivalente a un déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) de 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Hasta su última conferencia de prensa, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguraba que los resultados fiscales sobrecumplían ampliamente las metas y que cerraría el año sin sobresaltos. Los ajustes aplicados ayer muestran otra realidad. De todos modos, el gobierno nacional mantiene un colchón importante en las cuentas por el buen comportamiento de la recaudación de impuestos que, pese a la recesión, parece seguir acompañando el ritmo de la inflación. Principalmente, en el IVA y el Ganancias, los dos tributos principales de la AFIP. Incluso en materia de Seguridad Social, los ingresos al fisco por aportes y contribuciones se mantienen por encima de las previsiones.