Diez policías, entre ellos un ex comisario, fueron condenados a entre 3 y 16 años de prisión, como responsables de la muerte de cuatro adolescentes. Los efectivos ya habían sido sentenciados el 19 de octubre de 2015 a penas mayores por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 quilmeño. Sin embargo, un fallo de la sala III del Tribunal de Casación Penal dispuso el reencuadre legal al quitar agravantes y poner como atenuante “el excesivo paso del tiempo en la sustanciación del proceso penal”. El hecho ocurrió el 20 de octubre de 2004, cerca de las 23.30. Según la investigación, al momento de iniciarse el conflicto había 17 adolescentes detenidos en la comisaría. Durante la tarde, los policías ingresaron en las celdas, los hicieron desnudarse y los golpearon, lo cual era una “práctica sistemática”, según declararon varios testigos, que añadieron que los detenidos eran obligados a pelearse entre sí y los uniformados apostaban a ver quién ganaba. Esa noche, un oficial le dijo a Maldonado que su hermanita de dos años había muerto –lo cual era falso– por lo que el joven empezó a gritar para que lo dejaran salir e ir con su familia, lo cual generó el motín.