La ceremonia de toma de posesión del ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro será más corta de lo habitual y contará con un acto ecuménico en la Catedral de Brasilia. El futuro mandatario (católico devenido en evangelista) pidió que el acto –un hecho inédito en el país– tuviera lugar por la mañana el día de la asunción, el 1 de enero. Según dijeron asesores del presidente electo al diario Folha de San Pablo, la seguridad del evento y la duración son las principales preocupaciones del equipo. Esto se debe a que 20 días antes, Bolsonaro debe someterse a una nueva cirugía en la que se le retirará la bolsa de colostomía que utiliza desde septiembre, cuando fue apuñalado en un acto proselitista durante la campaña.