El factor anímico era un punto importante para River, por todo lo que había vivido el plantel en las últimas horas, en el momento de afrontar la semifinal de la Copa Argentina ante Gimnasia. Y por lo que exhibió el equipo en los primeros minutos, pareció que no estaba en toda su plenitud. Al equipo le costó generar juego en ofensiva, debido a que los futbolistas más capacitados no podían conectar con continuidad. El conjunto de Núñez se acercó por primera vez a los 18 minutos, cuando Enzo Pérez llegó por la derecha, habilitado por Martínez, pero el ex Valencia no pudo ante la presencia del arquero. Esa fue la mejor combinación que hicieron los volantes en esa parte del encuentro.  

A pesar de que no tenía la profundidad necesaria para exigir en el área rival, River tuvo una acción detenida para volver a presionar. El encargado de lanzar la falta fue Martínez, y su zurdazo, con la complicidad del arquero, terminó en el primer gol del partido.

Gimnasia pudo reaccionar rápido, y cuando habían pasado apenas cuatro minutos, el conjunto platense pudo llegar a la igualdad. Faravelli fue el que terminó empujando la pelota abajo del arco, luego de una respuesta floja de Armani, quien dio un rebate dejándola dentro del área chica. Gimnasia estuvo cerca de revertir el resultado con un toque de Silva que salió al lado del palo, pero enseguida se complicó por la expulsión de Bonifacio, después de una infracción violenta sobre Martínez.

El inicio del segundo tiempo siguió siendo difícil para Gimnasia, debido a que Pratto definió muy bien para marcar el segundo gol, con una gran corrida del medio hacia la derecha, y tocando la pelota por abajo del arquero. El camino se le empezaba a clarificar a River, pero sorpresivamente también se quedó con diez hombres por un codazo de Pinola. El árbitro no cobró penal al indicar que la pelota no estaba en juego, pero el córner ya se había ejecutado. 

Los dirigidos por Pedro Troglio iban en busca del empate, y lo lograron por intermedio de Silva, quien cabeceó muy bien un tiro de esquina de Ayala, y Armani volvió a fallar cuando intentó agarrar la pelota. 

Los minutos fueron pasando y los dos evidenciaron muchos síntomas de cansancio. La precisión en los pases no era la del principio, y todo desembocó en la definición por penales. En esa instancia, Gimnasia fue más efectivo para convertirse en finalista.