El presidente Mauricio Macri aseguró que el mandatario electo brasileño Jair Bolsonaro quiere avanzar con el megaacuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. El recambio de autoridades en el país vecino volvió a hacer tambalear la postergada firma del tratado que comenzó a negociarse hace más de dos décadas. Pero durante la conferencia celebrada ayer en Casa Rosada, Macri afirmó que Bolsonaro le confirmó que Brasil quiere avanzar en las negociaciones con el bloque europeo. PáginaI12 accedió a un reporte comisionado por el bloque de eurodiputados de izquierda donde aseguran que el acuerdo facilitará los flujos financieros ilícitos, la evasión fiscal y el lavado de dinero. “Se limitarán los controles de capitales y los servicios financieros especulativos serían liberalizados”, advierte el documento que hoy será presentado en el Parlamento Europeo.

“Claramente es un acuerdo muy demorado. Todos somos conscientes que es una gran oportunidad”, sostuvo Macri al indicar que mantuvo conversaciones sobre el acuerdo con las autoridades de Francia, Alemania y España. A los reparos del establishment brasileño para avanzar se suman las exigencias europeas en materia de flexibilización arancelaria así como la resistencia francesa frente a la apertura del mercado de carnes y las indicaciones geográficas para denominar productos según su procedencia. 

“El Mercosur ha sido el bloque más cerrado del mundo y eso significó un crecimiento menor al de muchas otras regiones”, consideró el mandatario argentino. Las afirmaciones presidenciales contrastan con el desempeño reciente de los países del bloque donde los procesos de expansión económica con mejoras distributivas no fueron acompañados por la profundización de la apertura comercial sino por el fortalecimiento de sus mercados internos. La desregulación que promueve Macri choca además con las políticas proteccionistas asumidas por Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

A pesar de la convicción del gobierno argentino para avanzar en el acuerdo de libre comercio existe una tímida oposición del sector industrial local. Los empresarios señalan que la apertura a la competencia europea tendrá consecuencias irreversibles en el ya golpeado sector manufacturero. El tratado que Macri impulsa sin éxito hace tres años pone en riesgo 11 de cada 100 empleos en actividades fabriles. La investigación impulsada por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde del Parlamento Europeo suma una nueva dimensión sobre los riesgos asociados al acuerdo: la facilitación de los flujos financieros ilícitos.

A partir del análisis de los borradores del acuerdo el informe asegura que “se limitarán los controles de capitales y los servicios financieros especulativos serían liberalizados”. El estudio fue elaborado por los investigadores argentinos Verónica Grondona, Magdalena Rua y Martín Burgos. El texto advierte además que “al mismo tiempo podría limitar las posibilidades de elaborar listados de guaridas fiscales y tomar medidas contra ellas en materia fiscal y prevención del lavado de dinero”.

El reporte estima que los países del Mercosur exhiben un stock de riqueza financiera offshore superior a los 853 mil millones de dólares. De acuerdo a las estimaciones, la región experimentó un promedio anual de flujos salientes entre 2008 y 2017 de 56,4 mil millones anuales. 

“Un nivel muy alto de dinero que sale del bloque, privando a los países de dinero que no es re-invertido ni es fiscalizado”, sostienen los investigadores, para quienes los riesgos asociados al acuerdo no están limitados a los países sudamericanos. “El riesgo de inestabilidad financiera es alto, particularmente considerando que son flujos que tampoco son fiscalizados. El acuerdo puede exacerbar el problema para las dos partes”, advierte.