Aunque este proyecto de arte visual no para de irradiar buena onda, puede ser leído en términos de resignificación. Veamos, su artífice: Andy Vaulet, artista visual y realizador de cine y TV, comenzó su carrera trabajando en los Estados Unidos en los parques temáticos de Walt Disney, lugar que marcó su recorrido en las artes escénicas. Su proyecto “26 Hidden Rainbows”, 26 arcoíris escondidos, presentado primero en el “Luststreifen Festival” y luego en la versión suiza de “ArteBasel”, consistió justamente en eso: en “esconder” en distintos puntos de la ciudad en la que fue realizado el festival: 26 arcoíris fabricados con descartes de madera y pintura eco-friendly. Cada uno de ellos tenía un código QR que al ser escaneado llevaba a un posteo específico de la cuenta de Instagram de la obra. ¿Por qué 26, entonces? Cada uno de los arcoíris “escondidos” representaba a un país en donde el matrimonio igualitario ha sido aceptado. “Desde que empecé el proyecto, un país más, Malta, aprobó el matrimonio igualitario, ojalá que cada año, esa cifra crezca y poder llenar las calles del mundo de arcoíris”, continúa con su buena onda Vaulet. Volviendo a la potencial lectura de resignificación que proponemos al principio, teniendo en cuenta la biografía del artista: podríamos pensar en que esta obra es su manera de, por fin, ponerle colores al eternamente insípido y flaquísimo pseudo-arcoíris del logo animado que vimos por años al comienzo de las películas de Walt Disney, coronando el perenne castillo y los fuegos artificiales. ¿Lectura psicoanalítica? Mmmmm, ojo de loca no se equivoca. l