“Incomparable, eterna y no la podrá borrar nadie”: así definió el técnico de River, Marcelo Gallardo, la flamante conquista de la Copa Libertadores ante Boca en Madrid. El Muñeco, suspendido para los dos partidos decisivos, catalogó como “un abrazo fuerte al corazón” de los hinchas millonarios, quienes se privaron de palpitar la definición en el Monumental por los incidentes al micro xeneize en la previa del partido de vuelta. 

River se consagró campeón de la Copa Libertadores por cuarta vez en su historia (1986, 1996, 2015 y 2018). Pero esta vez venció a Boca, su eterno rival, en una Superfinal disputada en el estadio Santiago Bernabéu de España. “Este es uno de los días más felices en mi carrera deportiva por lo que representó y el significado que tiene para todos los hinchas de River. Perdurará en el tiempo y será imborrable”, señaló Gallardo en diálogo con radio Rivadavia, y apuntó: “Después de muchas cosas vividas, sabíamos que estábamos ante una oportunidad enorme de brindarle una felicidad enorme. Este no era un partido más, no era una definición más: era contra el rival de toda la vida, iba a quedar marcado para la eternidad”.

El entrenador de River reveló que cambiaron “el chip” para el desquite en el estadio del Real Madrid y así no dar ventajas ante Boca. “Teníamos que estar unidos porque era la única manera de ganar la Copa, llegando de la mejor forma y con energía al día del partido. Fue la forma de defendernos como institución, equipo y al hincha de River”, indicó el Muñeco, quien agradeció el esfuerzo de sus dirigidos, pero remarcó que tras los festejos que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada les exigirá enfocarse en el próximo objetivo: el Mundial de Clubes en Abu Dhabi.

“Esto no se termina acá, ni mucho menos; esto continúa. El hincha de River va a exigir ganar en Abu Dhabi, ganar en el verano y conformar un buen plantel”, señaló el ex volante de Monaco de Francia, que volvió a hacer historia al frente del conjunto millonario tras consagrarse otra vez como campeón de América y habló de su continuidad al frente del plantel: “No tengo problemas en seguir gestionando este plantel. Es un placer y una enorme responsabilidad. Me levanto a la mañana y disfruto del lugar donde estoy; cuando no lo sienta más D’Onofrio va a ser el primero en saberlo. Hoy me siento pleno. La gente por ahí se identificó mucho conmigo por lo que le devuelve el equipo. Es un elogio muy grande poder estar en la mesa de los grandes entrenadores de River”.

Aun con la alegría fresca, Gallardo ya puso la cabeza en un nuevo objetivo: el Mundial de Clubes. “Mis jugadores saben que en un par de horas los voy a tratar de meter en el viaje a Abu Dhabi”, cerró el entrenador que en cuatro años al frente de River disputó doce finales, de las que ganó 9, 6 de ellas internacionales y dos ante Boca (Supercopa Argentina y Libertadores 2018).