El riesgo país volvió a rebotar. Cerró la jornada en 762 puntos básicos, con un incremento de 33 unidades. Fue un día de fuerte incertidumbre y el riesgo país llegó a tocar un máximo de 773 puntos. Los inversores del mundo no quieren riesgo argentino y se desprenden de los bonos locales. Los títulos públicos en moneda extranjera registraron caídas de casi el 3 por ciento. Las bajas se concentraron en los bonos de largo plazo. Los inversores apuestan a vender los activos con vencimientos a más de dos años y a colocarse en deuda corta: Letes y A020. 

 Los analistas tienen una respuesta para esta decisión de cartera. El planteo es que los dólares del Fondo Monetario Internacional son un seguro de pago para la deuda que vence el próximo año y ofrecen un incremento en las posibilidades que se abonen los títulos que vencen en 2020. El problema para el mercado son los bonos que vencen a partir de 2021. El temor es a una cesación de pagos y a una renegociación de las deudas con quita de capital. En estos procesos los bonos que hoy cotizan en torno al 70 por ciento de la paridad terminan canjeándose al 30.

 En el mercado, los intereses y los jugadores son muy variados. No todos los inversores creen que la deuda argentina terminará por incumplirse. Algunos fondos de gestión empiezan a ver al país como una apuesta para 2019, aunque la jugada es de alto riesgo. La probabilidad de ganar con los bonos locales esta desbalanceada. Los factores que deberían registrarse para observar un salto en el precio de los títulos públicos resultan difíciles de cumplirse. Un cambio en las encuestas a favor del oficialismo, una merma de la inflación, una reactivación de la economía y un clima financiero más estable en el mundo son algunos de los requisitos. 

 Las acciones acompañaron ayer la floja performance de los títulos soberanos. En Estados Unidos las empresas argentinas mostraron importantes rojos. Algunas firmas llegaron a caer cerca del 5 por ciento. Central Puerto lideró las pérdidas, con una baja de 4,9 por ciento. En la lista siguieron las acciones de Tenaris, con un retroceso del 3,5 por ciento  y de Irsa, con una caída de 3,4 por ciento. 

 Las bolsas del mundo también marcaron una fuerte contracción de los precios de las acciones. El S&P marcó un retroceso del 1,9 por ciento, el Dow Jones del 2,0 por ciento y el Nasdaq del 2,3. Entre los inversores existe incertidumbre respecto de la fortaleza de la economía global. Los datos de desaceleración de las ventas en China fueron un elemento de tensión para los mercados. La expectativa es que 2019 será de moderación de la actividad mundial. La guerra comercial entre Estados Unidos y China es un de los elementos que sigue sin resolverse y a partir de marzo podría provocar mayor ruido en el tablero financiero global.

 Los precios de los commodities reaccionaron a la baja ante el clima de inestabilidad. El petróleo marcó una caída de 2,5 por ciento y cerró en 51,2 dólares el barril. La soja anotó una merma de 0,7 por ciento, al ubicarse en 330 dólares la tonelada. La onza de oro, en tanto, se ubicó en 1238 dólares, con una caída de 0,4 por ciento.