La tradicional parrilla La Brigada, en San Telmo, fue ayer sede de una reunión de campaña que juntó al jefe de Gabinete, Marcos Peña; a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Fue una mesa de trabajo en la que se apuntó a afianzar el frente Cambiemos”, resultó al respuesta oficial sobre lo conversado en el almuerzo. Una versión aseguraba que Peña propuso que el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis –otro de los comensales, de extrema confianza de Peña y del presidente Mauricio Macri–, sea el jefe de campaña en la provincia de Buenos Aires, la elección clave para este 2017 y también decisiva de cara a 2019. 

Es raro ver a los funcionarios macristas mostrándose fuera de sus lugares de trabajo, pero ayer evidentemente buscaron dar una señal de largada para la campaña. Sus voceros explicaban que ese tipo de reuniones no son raras, que ya había habido una parecida el mes pasado pero en la Jefatura de Gabinete. Cada uno llevó a su mano derecha política: Peña fue con De Andreis, Vidal con su jefe de gabinete Federico Salvai y Rodríguez Larreta con su segundo Diego Santilli. Indicaron que en el encuentro se “analizaron distintos escenarios electorales” para empezar a “coordinar el trabajo pensando en lo electoral: estudiar qué expectativas hay en la provincia y la Ciudad, y de qué manera Nación puede ayudar”.

Por ser el distrito más grande del país y por la cantidad de legisladores que se eligen, obviamente las mayores preocupaciones oficiales se centran en la provincia de Buenos Aires. Allí, pese a los muchos problemas de gestión que atravesó, la imagen de la gobernadora Vidal se mantiene alta mientras que la de Macri baja, en un distrito donde los problemas de cierre de fábricas y comercios y sus consecuencias en índices de desempleo se multiplican. Aunque se esmera en mantener una buena relación personal con ella, se sabe que Vidal no desea que Elisa Carrió –siempre explosiva e imprevisible– sea la principal candidata de Cambiemos en la Provincia. Prefiere al intendente de Vicente López, Jorge Macri, con quien ya se mostró el lunes, apenas volvió de sus vacaciones en México. 

En cambio, a Rodríguez Larreta no le desagrada la posibilidad de Lilita. “Sería un orgullo que Carrió sea candidata en la Ciudad”, ya avisó. Si bien Carrió no parece una dirigente muy representativa de la administración porteña, sería una muy buena candidata para oponer a la amenaza latente que representa la posible postulación del embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, desde su extraña posición de “opo-oficialista”.

Ante este posible tironeo, Peña habría decidido una virtual intervención en la campaña bonaerense colocando a De Andreis como jefe de campaña, algo que ya había hecho con Rodríguez Larreta en la elección porteña 2015. Quedaron en seguir discutiendo. En principio, pese a la imagen de capa caída, Macri no quiere ceder protagonismo y promete apariciones periódicas junto a la gobernadora Vidal. Ayer se mostraron juntos en Quilmes junto al cocinero e intendente macrista Martiniano Molina.  

Por otro lado, Macri mantendrá el lunes próximo en Olivos un encuentro con la conducción del radicalismo para discutir la estrategia electoral. Allí estarán el jefe de la UCR, José Corral, uno de los fundadores de Cambiemos Ernesto Sanz, además de los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Ricardo Colombi (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy), los legisladores Mario Negri y Ángel Rozas y la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin. Una vez más, los radicales llegarán con el reclamo de un mayor protagonismo en el andamiaje oficial.