El presidente Mauricio Macri asumió la presidencia pro témpore del Mercosur y no perdió un segundo antes de condenar a Venezuela, una de sus actividades predilectas en línea con Estados Unidos. En su asunción en Montevideo, en la 53 Cumbre de Jefes de Estado, Macri reclamó “la restitución de la democracia en Venezuela”. Y sostuvo que hay que “continuar trabajando incansablemente y de manera coordinada, para la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos”.

Macri pronunció su discurso durante esa cumbre de mandatarios de Mercosur. Lo escuchaban los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Uruguay, Tabaré Vázquez; de Brasil, Michel Temer. También estaba el presidente de Bolivia, Evo Morales, que participó porque su país es Estado asociado al bloque regional.

Macri aseguró que la región enfrenta “una crisis humanitaria” y reclamó aunar esfuerzos inmediatos para resguardar “los derechos de millones de venezolanos que escapan del hambre, la violencia, la falta de oportunidades y de la dura represión de su propio gobierno”. Mientras mantiene hace tres años presa a Milagro Sala contra las disposiciones internacionales, Macri sostuvo que el gobierno de Nicolás Maduro “llevó a cabo un proceso electoral fraudulento, destruyendo la democracia bajo banderas populistas que tanto daño le han hecho a nuestra región”.

Sobre el Mercosur, Macri sostuvo que “propusimos adaptarlo a las realidades del siglo XXI y avanzar en una ambiciosa agenda externa de negociaciones”. “Hoy quiero renovarles esa visión y el compromiso absoluto de la Argentina con el Mercosur. Tenemos que redoblar los esfuerzos en nuestra agenda externa”, indicó.

El Presidente consideró que “en estos años se avanzó como nunca antes con la Unión Europea, pero no es la única negociación ya que hay muchas conversaciones en marcha y es enorme el potencial para negociar con más países y bloques”. En rigor, las conversaciones para un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea hace veinte años que no avanzan, cosa que Macri no logró cambiar ni en la cumbre del G20, donde el presidente de Francia, Emmanuel Macron, le dijo que no estaba dispuesto a firmar el acuerdo y puso como excusa la inminente presidencia de Jair Bolsonaro y su idea de renegociar el Mercosur. Macri podría aprovechar esa ventana para abandonar por su cuenta la negociación como parte del bloque regional. El presidente indicó que existen “múltiples opciones para proyectar nuestra inserción internacional y el Mercosur es la plataforma que elegimos para salir juntos al mundo”.

Macri invitó a los restantes mandatarios del bloque regional “a dejar atrás cualquier improductivo debate existencial y focalizar todos nuestros esfuerzos en modernizarlo para que nos sirva mejor a los tiempos que vivimos”.”Rodavía queda mucho trabajo por delante, que se debe continuar avanzando sobre las cuestiones concretas de nuestra integración, de manera franca y sin vacilaciones, para alcanzar resultados que beneficien a la gente”, afirmó Macri. “Nuestro proyecto de integración será un instrumento de vanguardia, capaz de adaptarse a la dinámica de los cambios regionales y globales”, indicó.

“Reflejo de esto son los avances en la convergencia con la Alianza del Pacífico, que nos van a permitir construir una región productiva con costas sobre dos océanos y ser uno de los polos de crecimiento más dinámicos del mundo”, aseguró Macri, quien buscaba utilizar la Alianza del Pacífico para llegar a un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, hasta que la victoria de Donald Trump frustró sus planes.

“En este momento desafiante del mundo, de cambios veloces, debemos ver una oportunidad para repensarnos como bloque de cara al futuro”, aseguró Macri sobre el futuro del Mercosur. Sostuvo que no deben temer “reconocer que hay ciertos objetivos que no hemos podido cumplir y otros que podemos consolidar todavía más”. “Los argentinos estamos convencidos de que la integración de nuestra región en el mundo es fundamental”, dijo Macri, quien se dedicó a rememorar la Cumbre del G-20 como quien se aferra al pasado para no ver el futuro que le espera.