Así como los centennials están siendo criados a través de influencers y juegos en red social, los padres de la generación millennial dejaron a sus hijos frente a la televisión y obtuvieron a cambio un grupo humano que se alimenta de la cultura pop y reverencia la melancolía de tiempos más analógicos. Es por ello que la respuesta del público es casi pavloviana cuando se encuentra con eventos de nicho que, entre otras cosas, ofrecen la presencia de seiyuus, actores que aportan las voces originales en las animaciones japonesas. Es que estos profesionales son la voz de los personajes que les hablaron durante toda su infancia.

Si bien la generación noventosa mainstream accedió a muchas de sus series preferidas con el doblaje y recorte latino, el nicho que devino en frikiada comiconera se crió intercambiándose VHS piratas en lenguaje original nipón. Por ello la locura se viralizó cuando la Embajada de Japón en Argentina trajo este año a la seiyuu Yuriko Yamaguchi, actriz que encarnó a casi 40 personajes de animé. Aunque sobre todo es reconocida localmente por sus roles como Ritsuko Akagi (Evangelion), Nico Robin (One Piece) y la Enfermera Joy (Pokémon).

En un contexto donde Argentina apenas está empezando a gestar casas de doblaje, las palabras y la experiencia de Yuriko valieron doble. Además, porque su carrera como seiyuu no comenzó de manera ordinaria: “Cuando era joven quería ser actriz y en mis 20, todo el tiempo trabajé como tal. Pero a mis 30 se dio la oportunidad de Evangelion y mi carrera comenzó a especializarse en el doblaje. Ya entonces, aunque la mayoría de mis compañeros tenían mi edad, todos eran veteranos en el tema. Tener que adaptarme a la animación japonesa, donde primero está hecha la animación y luego se le ponen las voces, fue muy difícil. Es muy ínfimo el momento donde se mueven las bocas y hay que adaptar el diálogo. Y para más me había tocado Ritsuko Akagi, uno de los personajes centrales que tiraba de todo el resto”.

Yuriko tiene casi 30 años de carrera e incontables papeles en series de renombre. Con el paso del tiempo, la seiyuu creó una técnica particular para encarar sus personajes, que curiosamente no se centra en cambiar el tono de voz: “Intento imaginarme cómo sería la vida rutinaria del papel que me dan. Qué estaría haciendo en su vida, cómo piensa las cosas. No me concentro en la proyección de voz sino en la idea de cómo sería ese personaje en la vida real”.

Actualmente, su papel como Nico Robin en One Piece (en emisión desde 1999) la llevó a viajar a muchos países como representante del animé, y así tuvo la oportunidad de conocer a la fanaticada internacional. Luego de encarnar durante tanto tiempo a este personaje, Yuriko opina que gracias a ella aprendió cómo relacionarse con la gente, y especialmente con sus fans: “Es muy importante ver cómo este personaje comenzó a ser amiga de los compañeros de su historia. Vi cómo se fue desarrollando de a poquito y tomé de eso para mi manera de relacionarme con las personas”.

Antes de salir del escenario de la AnimeExpo2018, a mediados de año, Yuriko se quedaba pensando en el consejo principal que le daría a aquellas personas que quieren comenzar a dedicarse al doblaje. Luego de meditarlo un poco, seria, encontró una sabiduría básica e indispensable: “Este trabajo sale desde el diafragma y el estómago, así que hay que estar en forma. Es muy importante cuidar la salud pero hay que prestarle atención a la forma. De allí sale la voz y es algo que se puede preparar inclusive antes de llegar al estudio. Si bien es algo que lo puede hacer cualquier persona, es realmente muy importante a la hora de proyectar la voz”.