Néstor Sebastián es licenciado en Siniestralidad Vial y pertenece a la Asociación de Ciclistas Urbanos (ACU), una organización que tiene como objetivo “promover el uso de la bicicleta como vehículo de transporte, mejorar la calidad de vida urbana y ayudar al cuidado del medio ambiente”.  Sostiene que aún no es posible saber si la cantidad de accidentes “ha aumentado, bajado o se mantiene estable” porque “las cifras oficiales del 2018 no van a estar, por lo menos, hasta dentro de tres o cuatro meses”. “El Gobierno de la Ciudad  debe tener informes de avances, pero no son públicos”, detalla. Sin embargo, asegura que “todas las encuestas o informes públicos –aquí y en el mundo entero– adolecen de marcar sólo los datos duros del lugar de ocurrencia: tipo de vehículo y el sexo y edad de los ocupantes. Pero, en general, no queda establecido cómo se producen los accidentes.” El especialista asegura que esto dificulta el abordaje de esta problemática a la hora de implementar políticas públicas que garanticen la seguridad de los ciclistas. Es por esto que desde ACU llevan adelante el “Registro Colaborativo de Incidentes Ciclistas”, una herramienta creada para documentar aquellos datos “que los instrumentos estadísticos tradicionales no llegan a capturar” y cuyos resultados serán compartidos con el Observatorio Vial de la Ciudad de Buenos Aires.

Además, Sebastián asegura que hay un déficit en las campañas de seguridad vial del gobierno porteño. “En todas las campañas, el gobierno presenta un tipo de ciclista sonriente en ciclovías vacías, nunca con interferencias de automotores ni peatones. En las guías de ACU hacemos énfasis en que el ciclismo urbano no es solamente aquel que se desarrolla dentro de una ciclovía ni de modo recreativo, sino que forma parte del tránsito”, sostiene.

En esa misma línea está trabajando Juan del Valle, ingeniero e integrante de la organización “Bicicletas por la vida” de Bariloche. Ante la falta de estadísticas oficiales completas, Del Valle comenzó a recolectar información de siniestros viales en bicicletas a partir de las publicaciones en medios de comunicación de todo el país y diseñó un mapeo colaborativo con la esperanza de que sea una herramienta para diseñar políticas públicas de prevención. “Arrancamos a registrar casos en 2016 pero el primer año completo fue 2017. En 2018 mejoramos mucho la forma de recolectarlos y sistematizamos la información siguiendo el modelo de formulario estadístico único de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, aunque tuvimos que implementar un par de cambios para cubrir temas específicos de la bicicleta. El año pasado relevamos 147 casos en todo el país”, dijo a PáginaI12. “Nosotros levantamos datos de medios periodísticos porque no tenemos acceso a registros oficiales. Del año pasado tenemos registrados los casos de Isabel Vera y Sofía Oswald en enero. Si bien el Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad de Buenos Aires tiene información, para lo que nosotros queremos hacer –que es buscar soluciones– no es suficiente”, detalló.

El activista asegura que en la Ciudad “el gran problema son los vehículos pesados”. “Todos los últimos casos que nosotros vimos fueron con camiones o colectivos. Es una tendencia que se repite, aunque quizás menos marcada, en otras ciudades de todo el país”, concluyó.