Lo múltiple del populismo contemporáneo hace converger las múltiples cóleras o rabias sobre un mismo líder que se encuentra en la posición de goce sin límites, objeto que homogeniza los goces tal como Freud había aislado en su Massenpsychologie, un falo real dice Lacan. Las redes sin líder, como los Chalecos amarillos en Francia, sea cual sea su heterogeneidad, tienen necesidad de un objeto unificante. (El buque emisario a través del cual se eliminan los deshechos).

Pero hay también en nuestros populismos y en nuestras civilizaciones, un principio de deshomogeneización que está en marcha, aquel que se escucha en el lazo que se estableció entre los derechos de las mujeres y los derechos de las minoridades sexuales. Ellas producen un efecto des-segregativo que desplaza la situación de los años '30. El surgimiento de las mujeres en la elección americana es sorprendente. Las estratagemas de la historia son grandes; se esperaba la primera mujer presidenta, y tenemos a Trump. Pero, al contrario, en el midterm (elecciones de medio término), dos años después, es por lo bajo, que surge una redefinición del lugar de las mujeres en la política democrática.

"Nunca la separación entre el voto femenino y el voto masculino ha sido tan grande, más de veinte puntos; 60% de las mujeres con estudios universitarios votaron por un candidato demócrata, según los sondeos después de la salida de las urnas. Las tazas de participación de las mujeres, de los jóvenes de menos de treinta años, de los miembros de minorías étnicas, ha sido particularmente elevado en esas elecciones muy particulares, que habitualmente, no movilizan sino un tercio de los electores, contra 49% este año".

Del lado de los electores, hay un efecto des-segregativo, y también del lado de los elegidos. La nueva ola de los elegidos americanos es, para muchos, cuestión de la armada, donde las mujeres son admitidas después de veinte años. Para los elegidos, femeninos o masculinos, el estado de servicio a las armadas es crucial. O bien hay que haber sido trabajadora social. Como por ejemplo Kyrsten Sinema (demócrata, Arizona). "Con 42 años, la nueva senadora -que había sido la primera elegida del Congreso abiertamente bisexual". Y ella hace de su bisexualidad un argumento para explicar que podrá muy bien trabajar con los demócratas, y con los republicanos.

Contemos más bien sobre el efecto civilizador del discurso feminista al obtener un efecto des-segregativo. Los foros europeos son la ocasión de perseguir los intercambios entre el discurso psicoanalítico y los otros discursos, en la medida en que consideramos que hay un obstáculo al principio de hospitalidad generalizado. Hay el Gremlin (1) de nuestro propio goce al cual no llegamos a dar hospitalidad. Es un resto ineliminable, que es el motor de la experiencia psicoanalítica y de los síntomas que no cesan de producirse. Nos provocan sin cesar a articular buenas respuestas, más allá de la necesaria retórica que tenemos, con otros, que elaborar.

1-Bicho terrorífico del cine interno a nosotros mismos.

*Psicoanalista. AMP. Fragmento intervención en Foro ZADIG, 2018-12-01, "Los discursos que matan".