El juez santafesino Rodolfo Mingarini dictó ayer la prisión preventiva sin plazo de Jorge Trossero, el hombre de 50 años acusado de asesinar a su esposa el martes pasado, en la casa que compartían en la ciudad de Gálvez. El defensor particular José Mohamad no se opuso al pedido de detención del fiscal Jorge Nessier, pero solicitó que sea alojado en un pabellón evangélico. El sindicado femicida de Danisa Canale fue imputado el jueves pasado por el crimen triplemente calificado: por el vínculo, por ensañamiento y por mediar violencia de género (femicidio). El fiscal habló de 9 golpes en la cabeza y el rostro con una maza de albañilería. "Trossero eligió el momento, el lugar y el modo de ponerle fin a la relación de pareja con Danisa y a la vida de ella, demostrando así la relación de poder desigual", dijo el fiscal.

Sobre los calificantes por los que se agrava la imputación, ayer Nessier aclaró que en la audiencia debían darse a conocer las evidencias por las que se aplicó la fuerte acusación en la audiencia anterior. En ese sentido, explicó que "la ley no exige un historial" para configurar el contexto de violencia de género; sin embargo, señaló que lo sucedido da cuenta de que "existen indicadores como intenciones de dar fin al matrimonio por parte de Danisa, en algún momento, o concretamente la determinación del imputado de dar fin a la vida de la mujer asumiendo la posición de predominio en la pareja", dijo a Aire de Santa Fe.

Con un discurso claro, Nessier habló de la imputabilidad del acusado, que fue confirmada por una pericia psicológica la misma noche del hecho: "Este tipo de hechos está llevado adelante por los hijos sanos del patriarcado, aquellos que son conscientes de la relación desigual de poder" manifestó.

En tanto, en la audiencia del jueves pasado, la defensa solicitó que se realice un estudio de junta médica de salud mental al acusado que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico desde hace cuatro años. Frente a ello, el médico tratante sugirió que no quede en un lugar aislado. En este sentido se solicitó que Trossero sea alojado en un pabellón evangélico.

El hecho ocurrió el martes por la tarde en la vivienda de Liniers al 900 donde la mujer, que atendía una verdulería, vivía hace más de 7 años con su pareja. Tras el femicidio, fue el propio Trossero quien llamó a la Policía. El fiscal lamentó que en este tipo de casos no haya testigos, por lo que no se podrá saber la circunstancia o móvil del femicidio.

Nessier habló también de la gravedad de la forma de dar muerte, ya que la autopsia habló de 9 mazazos, por lo que aplicó la figura de ensañamiento. "La gravedad del ataque proferido implicó en opinión de la Fiscalía un avasallamiento en los derechos de la víctima, pero fundamentalmente asumiendo una situación de predominio en este caso por parte del imputado que decide no sólo dar fin al matrimonio sino a la vida de su mujer".

En el mismo sentido, indicó: "No sólo tuvo intenciones de quitar la vida sino además provocar un plus extra a través del sufrimiento extraordinario. Todas las lesiones fueron provocadas en vida y cada una de ellas implicó la imposición de un gran dolor".

El de la mujer de 39 años constituyó el segundo femicidio en Santa Fe en lo que va del año. El primero fue el de Agustina Imvinkelried, la adolescente de 17 años asesinada en Esperanza.