Marcelo Gallardo es hoy un Dios en los cielos de Núñez. La obtención de la Superfinal es para los hinchas millonarios poco menos que la Gloria Eterna. Por eso, la creación de la Iglesia Monumental Gallardeana de los Ultimos Días que propician los llamados Adoradores del Divino Muñeco no parece una locura. Es más, su no devoción supone una herejía, señala el hincha y pastor gallardiano Bernabeu Ferreira, quien sostiene que hasta el Vaticano apoya la propagación de esta nueva religión: en la última encíclica papal, llamada “Millonarium aeternam beatitudinem”, hay una alusión específica al triunfo riverplatense, en donde se citan algunos salmos bíblicos como el versículo 9:12, que dice que aquellos que luzcan la banda roja atravesando el pecho “seréis bienaventurados para siempre en la senda de la vida”; y que las tres conquistas obtenidas en tan memorable encuentro “concederán plenitud de gozo y traerán deleites hasta la eternidad”.

Uno de los más entusiastas propiciadores de la Iglesia Monumental Gallardeana de los Ultimos Días, el hincha apodado Negro Morcipán -ahora llamado Hermano Ariel- cambió tablón de cancha por tablón de púlpito, propaga un salmo supuestamente dedicado a Gallardo con consecuencias sanadoras: “Tú eres mi gran recompensa” y argumenta que en el cap. 15, versículo 1º de la Biblia hay otra mención al Redentor Marcelo: “Su presencia me revela con claridad la felicidad perpetua…”.

Por su lado, la Diócesis Riverplatense de Villa Urquiza “Alabaos Muñeco, vade retro Benedetto” organizó para el próximo domingo una peregrinación a la Catedral de Núñez -que no es otra que el Monumental- con una misa incluida en recuerdo a San Pity Tercero. El arzobispo D’Onofrio, autor del undécimo mandamiento “Ama a Gallardo como a ti mismo”, sostiene que, según la Biblia Millonaria, Marcelo el Todopoderoso, en compañía de su Angel Labruna de la Guarda, guió por los caminos del gol al Salvador Pity y, como quien abre las puertas del cielo, le abrió las puertas del área, hasta encontrar la luz y obtener el gol de la Gloria Eterna. La 2da. Epístola., cap. 1º, versículo 3 del 2do. Tiempo, completa el relato, diciendo que San Pratto el Oso y el Profeta Juanfer Quintero Patrono de la Gambeta, también escucharon la palabra de Dios, y juntos produjeron el milagro. Fue entonces que todos ellos, junto a los salmos y cadenas de oración de los feligreses millonarios “cambiaron la ansiedad en gozo, y obtuvieron su propia gloria para siempre”.

No sabemos hasta dónde llegarán estos devotos que consideran a Gallardo una suerte de Dios paralelo (o Dios Blue) al tradicional Barba. Por de pronto se supo que en la Basílica de la Sagrada Familia Riverplatense, también adherente a la Iglesia Gallardeana, se ofició ayer una Misa de alabanza a la figura del Divino

Muñeco, una oración de acción de gracias al VAR ticano y se invocaron algunas plegarias religiosas millonarias como “el que esté libre de pecado antes de arrojar la primera piedra asegúrese de que no pase un micro de Boca”, y la oración del 2015: “Panadero, el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, pero si Satán nos complica, mejor danos el gas pimienta”. Amén.