El decreto de Mauricio Macri para endurecer las condiciones para migrar a la Argentina y facilitar las expulsiones verá la luz hoy. Antes de ser publicado, ya desató una oleada de críticas y acusaciones de xenofobia, en el contexto internacional de la avanzada del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el muro sobre México. La polémica llegó al punto de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, debió desmentir ayer que el Gobierno esté pensando en construir un muro similar en la frontera con Bolivia. En tanto, la vicepresidenta Gabriela Michetti sostuvo que tienen “una idea opuesta a Trump”, pero luego aclaró que es en materia de proteccionismo. El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, respaldó la iniciativa: “Los extranjeros que cometan delitos deben ser expulsados”, remarcó.

La intención del Gobierno es avanzar con un DNU, que será publicado hoy en el Boletín Oficial. Para esto, el ministro de Justicia, Germán Garavano, tuvo reuniones con asesores del massismo, como el especialista en seguridad Diego Gorgal, y con el jefe de la bancada del PJ en el Senado, Miguel Pichetto, quien ya se había referido a los inmigrantes que delinquen como la “resaca” de Perú y Bolivia. Entre los detalles que dejó conocer hasta ahora, el macrismo indicó que buscará volver más expeditivos los juicios para expulsar extranjeros: no requerirán una condena firme, sino un procesamiento firme (dictado en segunda instancia) o una condena en primera instancia. Además se hará en un “proceso especial sumarísimo”, que no duraría más de dos meses. 

También se volverá más estricto el control de antecedentes y se restringirá la posibilidad de ingresar al país. El antecedente válido, nuevamente, no será una condena firme, sino un procesamiento firme o el cierre de la instrucción para enviar a juicio oral al acusado. Incluso, indican que con un mero informe de que la persona forma parte de una organización terrorista bastaría para denegarle el ingreso. Hoy se verá cómo se plasma esa premisa.

La ministra de Seguridad desmintió que el Gobierno esté pensando en implementar medidas a lo Trump, como un muro con Bolivia. “No, en absoluto”, respondió ante la pregunta en un reportaje en El Tribuno de Salta. En el Ministerio de Seguridad advirtieron que esa idea nunca estuvo en análisis y que se trató simplemente de la respuesta a la pregunta de un periodista, que puso sea posibilidad como ejemplo. “Lo que sí vamos a hacer es arrancar con cuatro puntos de alta tecnología que son La Quiaca, Aguas Blancas, Salvador Mazza y Puerto Iguazú, y vamos a hacer un control de la frontera”, indicó Bullrich.

“Nuestro problema con la frontera no es la gente. Nosotros no tenemos un problema con la inmigración, tenemos un problema con el narcotráfico y con el contrabando”, aseguró la ministra. “La vía de expulsar rápidamente a los extranjeros que entren y que delincan en temas de narcocriminalidad es lo mismo que meter rápido presos a los argentinos que lo hacen”, aseguró.

Por su parte, Michetti también intentó defender la iniciativa oficial y diferenciarla del muro de Trump. Sostuvo que “la posición de Cambiemos es contraria a los dichos de los últimos días de Trump sobre la inmigración en Estados Unidos y el muro”. “Se ha manifestado en contra de los procesos de integración que llevaba adelante Estados Unidos, como el Tratado del Pacífico, incluso con Europa misma”, afirmó la vicepresidenta. El Gobierno de Cambiemos buscaba avanzar a futuro con un tratado de libre comercio con Estados Unidos, algo que la postura de Trump parece complicar.

“Hay que distinguir bien las medidas que tienen que ver con la seguridad, y otra con que Argentina es un país abierto, que siempre va a estar a favor de la diversidad”, aseguró la vicepresidenta. En favor de los inmigrantes, Michetti indicó que la Argentina va a necesitar la mano de obra “cuando comience el proceso de crecimiento y desarrollo sostenido”. No aventuró cuándo ocurrirá eso.

Massa, por su parte, recordó que en 2013 proponía endurecer la migración en su reforma del Código Penal. “En la Argentina, los delincuentes tienen que tener vedado el ingreso, y los extranjeros que cometen delitos deben ser expulsados. Lo prevé el Pacto de San José de Costa Rica”, aseguró. En tanto, el ex gobernador bonaerense Felipe Solá advirtió que “hay que separar la xenofobia del control de fronteras. El tema de los inmigrantes es importante para los argentinos, no hay que descartarlo por xenofóbico”. No obstante, cuestionó la vía elegida por el gobierno de Macri: “El primer error es que sea un DNU porque no quieren que haya debate en el parlamento. Podrían conseguir con un decreto de llamado a extraordinarias que en cuatro días o una semana esté lista la ley si es que tiene mayoría”.