Con un nuevo aumento, la garrafa social llegó a los 296 pesos. Esto implica una suba acumulada del 205 por ciento desde diciembre de 2015, cuando el precio regulado de una garrafa de 10 kilos era de $97. También hubo un salto el precio “de mercado” de la garrafa –es decir en el valor al que muchos comerciantes la venden, incumpliendo con la regulación– que en el Gran Buenos Aires y CABA trepó a los 400 pesos. El gas envasado es de un insumo básico para los hogares de menores ingresos sin acceso a la red de distribución domiciliaria; su suba tiene con un impacto directo sobre las condiciones de vida de los más pobres, que además de ver licuado el caracter social de la garrafa, muchas veces se ven obligados a comprarlas a precios no regulados o “de mercado” debido a la falta de control estatal, evaporado en la gestión de Cambiemos. 

La evolución del precio del gas envasado, tanto de la garrafa social como de la no regulada, fue relevada por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El centro de estudios que dirige Hernán Letcher se centró en los precios del Gran Buenos Aires y la CABA. Su análisis señala que entre diciembre 2015 y enero 2019, mientras la garrafa social aumentaba un 205 por ciento, de 97 a 296 pesos, el de la garrafa no regulada creció un 166 por ciento, pasando de 150 pesos a 400 (la unidad comparada es el tubo de gas de 10 kg). En el mismo período, el salario mínimo vital y móvil tuvo una recomposición muy por debajo, del 102 por ciento. Los jubilados fueron afectados de manera similar, ya que el aumento de la jubilación mínima fue en período de un 117 por ciento, muy por debajo del aumento del gas. 

El nuevo aumento de la garrafa social apareció publicado este lunes en el Boletín Oficial. La resolución 15/2019 de la Secretaría de Energía estableció que desde el viernes la garrafa de 10 kilos se venderá a $ 160,28 para el fraccionador, $ 240,97 al distribuidor y a $ 267,70 al público.  Estas sumas son libres de impuestos, que una vez agregados a la cuenta determinan un precio final al público de 296 pesos por garrafa. 

El envase de 12 kilos costará al público $ 321,24, en tanto que para el fraccionador tendrá un valor de $ 192,33; y para el distribuidor, de $ 289,17. En el caso de la garrafa de 15 kilos, el precio al público se fijó en $ 401,55; para el fraccionador en $ 240,42 y para el distribuidor en $ 361,46.

El CEPA registró que estos precios ya estaban rigiendo de hecho, aunque sin contar con la autorización formal correspondiente. Esto puede constatarse en las denuncias publicadas desde diciembre por Red de Multisectoriales. El colectivo que reúne a asociaciones de consumidores, a las dos CTA y numerosos gremios, vecinos contra los tarifazos, observatorios y organizaciones sociales, lo había advertido públicamente en su página web. “Desde el 18 de diciembre del 2018, las empresas arreglaron de palabra con el Ex Secretario de Energía, Javier Iguacel, para obtener un aumento en el precio de las garrafas de entre un 35 o 40 por ciento, llevando el precio oficial de $216 a $300. Al renunciar el 30 del mismo mes, (Iguacel) dejó pendiente de firmar el aumento acordado con las empresas del rubro. Luego de ‘renunciar’, sabiendo de antemano que el aumento se realizaría a partir del 2 de Enero, las empresas subieron los precios según lo acordado con el Ex Secretario. Desde esa fecha, aumentaron los precios, llevando la garrafa de 10 kg. a $300 y la de 15 kilogramos a $460, sin estar la resolución firmada por el Secretario de Energía”, plantearon en su web  (https://multisectorialesenred.wordpress.com/2019/01/11/las-multisectoriales-en-red-denuncian-que-el-aumento-del-gas-es-ilegal/). La Red de Multisectoriales es una de los convocantes a los ruidazos contra los aumentos de tarifas que se vienen realizando todos los jueves a lo largo del país, y reúne en su interior a organizaciones y asambleas de vecinos con un considerable desarrollo territorial. Por esto acceden a un panorama  prácticamente en vivo de las situaciones generadas por los precios de los servicios.

La resolución de la Secretaría de Energía también estableció que el monto del subsidio para los beneficiarios del Plan Hogar será de $152 por garrafa. Sobre este punto, el CEPA calculó la pérdida de poder adquisitivo del Programa, que fue creado por el gobierno kirchnerista como un ingreso a los hogares de bajos ingresos y sin acceso a la red de gas natural. El plan consiste en una transferencia monetaria a los hogares con ingresos por debajo de los 2 salarios mínimos (3 en el caso de que tengan un integrante discapacitado, 2,8 en Patagonia y 4,8 en Patagonia con un integrante discapacitado). La cantidad de garrafas que cubre depende de la cantidad de integrantes del hogar, la región donde se encuentra y la estación del año. Así, por ejemplo, excluyendo a la Patagonia, para una familia de 4 o menos miembros,se calcula 2 garrafas en los meses de invierno y 1 en los de verano. Como con otras políticas redistributivas, Cambiemos no eliminó el Programa Hogar, pero lo vació. A lo largo de su gestión, los montos transferidos se incrementaron muy poco con relación al precio.