Durante la tarde del último 18 de enero, Mendoza se estremecía con la lamentable noticia de que la centenaria cúpula del Espacio Contemporáneo de Arte (ECA), ubicado en la esquina de 9 de Julio y Gutiérrez, estaba siendo devorada por el fuego. 

Un equipo de trabajadores había estado colocando una membrana impermeabilizante, como parte de las acciones de recuperación que el Gobierno de Mendoza estaba realizando. Este siniestro terminó, sumado al daño que sufrió la propia cúpula, con una cantidad de obras de arte quemadas que eran exhibidas al mismo tiempo en que se efectuaban los arreglos. El ECA es un imponente edificio patrimonial que albergó el ex Banco de Mendoza.

Sin restarle importancia a la gravedad del hecho propiamente dicho, el impacto de esta noticia se agrega a una situación de crisis generalizada de los edificios dedicados a las Artes Visuales en Mendoza. Sus dos únicos museos, el Emiliano Guiñazú “Casa de Fernando Fader”, ubicado en San Martín 3651 de la localidad de Luján de Cuyo, y el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza (Mmamm), que funciona en el subsuelo de la Plaza Independencia, se encuentran cerrados desde 2012 y 2014 respectivamente, por diferentes problemas de infraestructura, fruto de un abandono en el mantenimiento que tiene larga data. Abandono que, además de pertenecer el primero al Gobierno de la Provincia y el otro a la Municipalidad de la ciudad de Mendoza, ha atravesado diferentes colores políticos a lo largo de los años. Por lo tanto el cierre del ECA a causa del incendio, se suma al panorama descripto.

Esta situación desató una serie de fuertes protestas de los artistas locales, quienes, mediante diferentes acciones, vienen mostrando su descontento con las gestiones del ámbito de la cultura desde hace un tiempo considerable. La convocatoria vía Facebook decía:

“Por qué lxs artistas mendocinxs están quemando sus obras?

#Nosestánincendiando www.facebook.com/hashtag/nosestanincendiando 

#mendozarde  https://www.facebook.com/hashtag/mendozarde

Los artistas, investigadores y gestores culturales mendocinos lanzamos una señal de alarma que entendemos tiene la magnitud de una catástrofe, en este caso artistica-cultural. Las instituciones vinculadas con la conservación, la difusión y la investigación del patrimonio artístico están siendo sistemáticamente abandonadas y destruidas por las precarias políticas culturales implementadas por los últimos gobiernos. Hoy contamos con un museo que está por caerse (Fader), con un museo que se inunda (Mmamm) y con un espacio cultural que se quema por negligencia de los políticos de turno (ECA). Los mendocinos comprometidos con la cultura hacemos un llamado a la solidaridad a nivel nacional para que se tome conocimiento de la situación de emergencia que atraviesan las instituciones artísticas de Mendoza y nos ayuden a difundir este estado alarmante de cosas. La resistencia y la lucha adquiere mayor potencia cuando sumamos”.

Las denuncias concretas ya están hechas. Desde aquí se busca darle visibilidad nacional al problema y acompañar la protesta de los artistas. La tragedia del incendio deberá ser un disparador para que Mendoza, de una vez por todas, aborde los problemas de fondo, en cuyo marco estos lamentables hechos son sólo un eslabón. 

Propongo algunas ideas fuerza a modo de reflexión.

El abandono de los edificios es sólo parte de un problema mayor, que tiene que ver con cómo se piensan estas instituciones, cómo se organizan, cómo se gestionan y cómo se financian. La cultura no es sólo entretenimiento pasajero: es un concepto capitalizable, que incluye muchas otras cosas, y los museos y espacios culturales son contenedores de algunas de ellas. 

Creo que la gestión de una institución debe entenderse como un eslabón en un proceso histórico que se oriente hacia la maduración y el crecimiento. Si bien son parte de un sistema, también tienen cierta autonomía, por ello el pulso de este proceso lo marcan las necesidades de las propias instituciones. Las tareas que cada gestión de gobierno debe hacer son aquellas que ese momento histórico requiera. A alguna le tocará la mejor parte, pero hoy se hace necesaria una gran inversión silenciosa que recupere las infraestructuras. Si se sigue postergando, el problema se agravará.

Pero la maduración y el crecimiento se materializa además con muchas otras acciones. Es necesario proteger adecuadamente las colecciones, pero también acrecentarlas. Hace muchos años que no hay un plan para que esto último suceda, no se adquieren obras, salvo por el sistema de premios que realiza el Gobierno de la Provincia, que resulta insuficiente y poco sistemático. También es de gran importancia modernizar y acondicionar los archivos para su consulta pública; desarrollar las web, los catálogos razonados, la investigación y publicaciones. La historiografía del arte de Mendoza está en una etapa incipiente y estos espacios son claves para su desarrollo. Esto último sería muy fructífero a la hora de afianzar la escena local y darle visibilidad en otros ámbitos, ya que el aislamiento constituye otro problema a considerar.

Por eso creo que es el momento de discutir el asunto por encima de la coyuntura. Pensar con una proyección de por lo menos veinte años en los que las nuevas funciones que cumplirán los espacios se vean reflejadas en su arquitectura. Así van a aparecer otras problemáticas como, por ejemplo, que el edificio del Mmamm, además de estar colapsado por las filtraciones y otros problemas, resulta insuficiente e inadecuado, en relación con las necesidades actuales que requiere para su funcionamiento. Ya es hora de pensar en un lugar nuevo, que por lo menos triplique su capacidad y que se adecue a los requerimientos de las normas vigentes. Como caso puntual cabe mencionar que se rechazó la oferta de donación de una importantísima colección privada por carecer de espacio para albergarla.

También es necesario definir cuáles son los perfiles de cada espacio cultural. Mendoza, a diferencia de otras provincias, tiene muchos y todos ellos con una escala interesante. Creo que es necesario pensarlos como una constelación y planificar desde un concepto que los agrupe y los ponga en relación complementaria, conjuntamente con otros espacios del interior de la provincia, autogestionados, privados, etc. De este modo, las acciones podrían potenciarse.

Otro punto importante es la necesidad de profesionalizar, especializar y capacitar a los equipos de trabajo. Establecer con claridad qué tareas debe realizar cada institución y qué perfil profesional se requiere para ellas. Este aspecto se ha ido deteriorando cada vez más y, en muchos casos, se ha descalificado la mirada técnico profesional.

Es un tema complejo y que daría para mucho más. Por último, dos reflexiones. La primera: es necesario tomarse un tiempo, con calma, y por encima de las situaciones coyunturales, para elaborar un plan de corto, mediano y largo plazo. Y la segunda: comprometer a las autoridades del gobierno nacional a hacerse parte del problema y colaborar de manera efectiva en las soluciones posibles.

* Directora renunciante del Museo de Arte Moderno de la Municipalidad de Mendoza (Mmamm). Artista plástica, docente y curadora.

Marcha contra la gestión cultural en Mendoza.