Como trazadas en dos hojas de calcar independientes, que luego se colocan una sobre la otra, están emplazadas las ciudades de ficción de Beszel y UI Qoma. Ambas conforman un escenario que es doble a distintos niveles: en lo geográfico, en lo político, en lo cultural, lo que genera ciudadanos y organismos que se detestan, se atraen, se temen y se ignoran. Esas dos ciudades son el eje de The City and The City, la serie producida por la BBC y basada en la novela homónima de China Miéville, que ya puede pescarse online y que parece admitir diversas lecturas y paralelos aplicables a otros barrios y ciudades cosmopolitas. Con su contexto oscuro, asfixiante y sci-fi, The City and The City es, en lo formal, una serie policial, con un detective y con un crimen que, para ser resuelto, requiere afrontar una infinidad de problemas de fronteras –reales, sociales, virtuales–. En diálogo con PáginaI12, el guionista inglés Tony Grisoni (cuyo historial incluye guiones de Pánico y locura en Las Vegas, The Young Pope y Electric Dreams) habla sobre cómo conviven en The City and The City el thriller político, la historia policial y el relato de ciencia ficción: “Trato de no pensar en el género cuando estoy escribiendo. Sólo pienso en los personajes, que son los que hacen que la historia sea humana. Necesito creer en la realidad de los personajes, vivir en ellos, pensar como ellos. El gran China Miéville, junto a otros novelistas, inventaron un género, la ‘weird fiction’ (ficción extraña). Si pertenezco a algún género, elegiría ése. Hace tiempo escribí una miniserie llamada Southcliffe, que era un estudio sobre el dolor, y para informarme me guié con entrevistas a personas que habían perdido a alguien cercano. Las experiencias de esas personas desafiaban sus nociones de realidad: para ellas, el tiempo y el espacio quedaron distorsionados. En The City & the City nos esforzamos mucho por reflejar ese sentido de realidad distorsionado, que puede aportar mucho más que el realismo social, una historia de ciencia ficción o una de espías.”

Una de las claves de The City and The City es su personaje principal, el inspector Borlú, un detective taciturno y conflictuado que interpreta David Morrissey, aquel “Gobernador” de The Walking Dead. ¿Cómo convertir un villano del planeta de los zombies en un héroe solitario? Responde Grisoni: “conocí a David Morrissey en Red Riding, una miniserie que escribí, es un actor muy riguroso, considerado y generoso, y también es un hombre extremadamente agradable. Era el único actor que podría interpretar al Inspector Borlú, porque le da chispas de vulnerabilidad a un hombre que tiene que pasar mucho tiempo siendo táctil e intransigente. Es un policía que se enamora de una mujer que, en muchos aspectos, es su opuesto. Él cree en el blanco y negro, la Ley y el orden, pero en secreto sueña con un mundo más grande, más amplio. Creo que David se convirtió en Borlú”. 

En cuanto a las eventuales lecturas políticas, Grisoni se resiste a trazar paralelos entre la tensión entre las urbes de ficción de The City and The City y los conflictos reales de, por caso, ciudades europeas o de Medio Oriente: “Vivo en el mundo real y me afectan las cosas que afectan a todos los demás, así que cuando escribo, estoy constantemente dando vueltas en busca de paralelos, influencias o similitudes para alimentar la ficción. Pero bueno, lo que escribo no es más que eso, ficción. Puedo hacer preguntas. Puedo sugerir cosas. Puedo reflejar el mundo. Pero no puedo arreglarlo. Me parece, lamentablemente, que en este momento al mundo le falta más reflexión tranquila. Y saber aprender de los demás.”