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Arriba las gomas

AUTONOMIAS | Su enunciación parece encerrarlo todo: el derecho al disfrute, la libertad de la piel, la tiranía del sexismo, los mandatos heteropatriarcales al borde de la tortura, la decisión de sentir y disponer del propio cuerpo a como dé lugar. Esa geografía política llamada tetas, hacedoras de historia en quemas sublimes de corpiños, en tetazos públicos por el derecho a la libertad, impulsoras a decidir si tenerlas o no, y en todo caso cómo, cuándo y con quién andar en cuero. Sin esclavismos machistas ni abusos sexistas, contrahegemónicas, feministas, migrantes, negras, laburantes, conurbanas, activistas, estudiantes, en todas sus formas descosificables y dándole pelea a la policía de los cuerpos en su desnudez soberana.