Una grave denuncia por múltiples situaciones de acoso sexual sacudió ayer a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), una de las más prestigiosas del país. Un grupo de alumnas de la Facultad de Medicina difundió una serie de capturas de pantalla de un grupo de WhatsApp integrado por docentes y ayudantes de la cátedra de Anatomía Normal, en el que éstos se referían a ellas con comentarios violentos, despectivos y de índole sexual. Algunos de los intercambios, incluso, hablan de situaciones de acoso directo y de abuso de poder. Tras el repudio de las áreas de género de la Facultad y la Universidad y el rechazo generalizado a las denuncias viralizadas, la casa de estudios tuvo que emitir un comunicado en el que afirmó que ya se ha encomendado al área jurídica proceder con la investigación. El jueves, en tanto, las estudiantes harán una asamblea abierta para ver cómo encauzar sus denuncias por la vía institucional. 

Las imágenes comenzaron a circular el domingo a la noche a través de la cuenta de Twitter de una estudiante. “Les mandé a la de camperita de jean del curso que estaba hermosa, y dije ‘qué ojete, mirá que le va a tocar esta manga de babosos’”, se lee en uno de los mensajes, presuntamente de un profesor. “Qué hija de puta, imposible no tocarla borracha”, dice otro, junto con la foto de una alumna en una situación por fuera de la universidad. Las capturas –que tienen los rostros de las estudiantes pixeladas y los nombres de los docentes ocultos– se viralizaron rápidamente, dando lugar a un fuerte repudio general. Como reacción y también como defensa, las futuras médicas se organizaron y crearon una cuenta de Instagram en la que subieron varias denuncias en primera persona. Allí fueron señalados docentes de otras cátedras, además de compañeros de cursada. En unas horas, la cuenta ya tenía 1500 seguidores.

“Tomamos conocimiento de las denuncias al mismo tiempo que toda la población de la Universidad. Desde ahí nos hemos puesto en contacto con algunas de las alumnas damnificadas, sobre todo las que aparecían en las fotos. Ellas están bien, se están descubriendo entre pares, contendiéndose y organizándose a partir de lo que les ha pasado”, contó a PáginaI12 Analía Barrionuevo, coordinadora del Programa de Género de Extensión de la Universidad, que tiene a su cargo el Plan de Acciones para Prevenir, Atender y Sancionar las Violencias de Género en el Ámbito de la UNC, un protocolo aprobado en 2015 que entró en vigencia un año después. “Desde el área sostenemos que si bien las denuncias públicas son de utilidad, no hay que desestimar la vía institucional. Hay que instar a que las alumnas se acerquen a denunciar porque hasta que eso no pase es más difícil que se pueda pensar en una sanción”, destacó.

Junto con el comunicado de esa área institucional se difundió una encuesta realizada por la Comisión Abierta de Género y Diversidad, un espacio de estudiantes de distintas extracciones que tomó fuerza el año pasado durante la pelea por el aborto legal. Con más de 500 respuestas, la muestra da cuenta de que más del 60 por ciento de la población de mujeres encuestadas alguna vez sintió violencia por parte de un varón (docente, ayudante, no docente o alumno), mientras que más del 80 por ciento se sintió vulnerada en alguna clase por ser mujer y/o disidente. “Se destapó una olla que va a ser difícil parar. Hace mucho tiempo que hay rumores de profesores que son violentos pero ahora con todo esto la cosa tomó otro nivel. Lo de (la cátedra de) Anatomía es sólo una de las cosas, pero esto sucede en toda la facultad”, dijo a este diario Sol Domínguez, alumna de la carrera de Medicina, integrante de la comisión y también parte de la Secretaría de Género y Disidencias de la Federación Universitaria de la UNC. Desde esos espacios se convocó a un “encuentro entre compañerxs para dar una respuesta colectiva a la violencia en la UNC”. Será este jueves a las 16 en la escuela donde se realizan las prácticas de la Facultad. 

Ante la enorme repercusión que tomó el tema, Hugo Juri, rector de la Universidad y el doctor Rogelio Pizzi, decano de la Facultad, emitieron un comunicado expresando su “máximo repudio a este tipo de accionar” e instando a “quienes se sientan afectados por hechos de esta naturaleza” a formular su denuncia “garantizándoles confidencialidad”. “Se ha encomendado al Director de Asuntos Jurídicos de la casa que de inmediato se aboque a la investigación de los sucesos”, difundieron.