Racing debutó anoche en la Copa Sudamericana consiguiendo un empate 1-1 en Brasil ante Corinthians, a quien recibirá el próximo 27 en Avellaneda para definir qué equipo avanza a la segunda ronda del certamen continental.

El conjunto de Coudet llegaba al partido con un panorama ensombrecido. La derrota ante River por la Superliga, el apartamiento de Ricardo Centurión del plantel profesional por el encontronazo con el técnico en ese mismo y el hecho de ya no ser el único puntero del torneo argentino sumaron cargas negativas a la mochila de la Academia. Para aliviar ese peso anímico lo primero que propuso el Chacho fue un cambio de nombres. Alternó en la formación inicial habituales titulares con suplentes. Más allá de las variantes, trató de que su equipo controlara el trámite a partir de la tenencia y la distribución segura. Le costó al principio por la presión alta de Corinthians, aunque lo hizo realidad con el correr de los minutos. Pero no conseguía profundidad, y cuando perdía el balón, sufría, como a los 16 minutos, con Arias tapándole el gol a Love.

Sobre los 22, Racing abrió el marcador. Beneficiado por una pared que no llegó a ser, Ríos tomó un rebote en un defensor, se perfiló y le dio de zurda. El remate se metió en el palo derecho de Cassio. En desventaja, el local aumentó la presión, empujando a Racing cerca de Arias.

La necesidad de igualar el marcador llevó  al Corinthians a proponer un complemento de ida y vuelta. Racing no aceptó el convite, y prefirió agruparse en su campo, convertir a Marcelo Díaz en un tercer central, tener la pelota todo lo posible y buscar de contragolpe. Estaba tranquila la Academia. La estrategia parecía sólida. Pero a falta de un minuto, una pelota parada le dio la chance de la igualdad al Corinthians, y Gustavo no la desaprovechó, cabeceando un  centro tras una falta que se transformó en el justo 1-1 final.