San Lorenzo dejó escapar sobre el final lo que era una victoria vital para apaciguar su tormentoso presente y empató 1-1 como local con Newell’s, llegando a diez partidos seguidos sin triunfos (ocho de ellos con Jorge Almirón en el banco) en la Superliga, donde ocupa el antepenúltimo puesto. Para los rosarinos, el punto conseguido en tiempo de descuento tuvo sabor a premio por lo realizado en la segunda parte y les sirvió para estirar a seis partidos el invicto de Héctor Bidoglio como DT.

Con una sequía de 313 minutos sin anotar y a más de tres meses de su último festejo (2-1 a San Martín de San Juan por la novena fecha), la urgencia era la principal motivación del Ciclón, que no tardó en tomar posesión de la pelota. Con el habitual estilo que le imprime Almirón a sus dirigidos, el local hizo circular el balón a través del buen pie en el centro del campo de Loaiza y Belluschi, quienes limpiaron el juego hacia las bandas: Damián Pérez y Reniero por izquierda y, por derecha, Peruzzi y Fértoli. Pero generalmente, esa posesión terminaba en centros a la búsqueda de Blandi, quien marró un par de situaciones en los primeros minutos.

Finalmente, en una de esas tantas plegarias al área llegó el 1-0 de San Lorenzo. El grito fue de Blandi, quien además realizó una fuerte infracción sobre Bíttolo –fue luego reemplazado– cuando fue en busca de la pelota, despertando la ira de los visitantes hacia el árbitro.

Con el ansiado triunfo en su poder, el local se fue metiendo atrás de la mano de los cambios –más defensivos que de costumbre– de su DT. Newell’s, mientras tanto, le dio un vuelco de 360 grados a la opaca imagen del primer tiempo –en parte por el muy buen ingreso del juvenil Juan Freytes– y el partido se convirtió en uno de ida y vuelta.

El complemento fue un sinfín de situaciones malogradas, con Insaurralde por la visita y Reniero por el local como protagonistas hasta que, a los 91, los primos Maxi y Alexis Rodríguez se juntaron para que el segundo ponga el 1-1 y de inicio al concierto de silbidos en el Nuevo Gasómetro, donde el público se cansó de esperar y mostró su descontento.