Días atrás, durante otra represión, el fotógrafo Bernardino Avila tomó una imagen que recorrió el mundo: la de una señora mayor que levantaba unas berenjenas de la calle mientras de fondo cientos de policías desarmaban a la fuerza la protesta de pequeños productores de verduras. En esa oportunidad, el viernes 14 de febrero, la represión al “verdurazo” realizado en Constitución no incluyó la detención de los reporteros gráficos que estaban haciendo su trabajo, como sí ocurrió en el día de ayer, cuando Avila quedó preso por fotografiar la manifestación de la cooperativa gráfica Madygraf. Los policías que responden al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se limitaron a golpear y tirar gases a trabajadores y personas mayores que esperaban recibir algo de verdura. En esa plaza de Constitución, Avila también fue gaseado por un uniformado, a pesar de estar con la credencial que acreditaba su trabajo como reportero gráfico del diario.