El dólar pegó un nuevo salto y la city vivió otra jornada de fuerte volatilidad cambiaria. La cotización del dólar que compran los ahorristas minoristas se ubica en 40,76 pesos, con un incremento de 44 centavos. La divisa alcanzó a tocar los 41,45 pesos a mitad de la jornada. El Banco Central mostró preocupación y aceleró la suba de la tasa de interés. El organismo llevó el rendimiento de las Leliq a 46,01 por ciento, lo que representa un aumento de 1 punto y medio respecto del martes. Se trata del alza diaria más importante en lo que va del año. El clima financiero fue de tensión no sólo con el tipo de cambio. El riesgo país subió 8 unidades y finalizó en 708 puntos. Los bonos en moneda extranjera bajaron hasta 2 por ciento en la jornada.

La demanda de divisas arrancó fuerte en las primeras horas de la rueda cambiaria y fue mostrando cierta moderación en las últimas horas. La pregunta que se hacen en el mercado es si la nueva tasa por arriba del 45 por ciento resulta suficiente para contener el proceso de dolarización de los activos en moneda local. Los inversores menos optimistas aseguran que una vez que los fondos tomaron la decisión de pasar a moneda extranjera no es sencillo hacerlos cambiar de opinión. 

El Banco Central fue poco cauteloso con la baja de la tasa de interés este año y paga las consecuencias. Los inversores se dieron cuenta que tienen el poder de fuego necesario para generar volatilidad. Esto implica que van a exigir todavía más tasa de interés para volver a colocarse en moneda local. La autoridad monetaria presumía diciendo que no había dejado ni un peso dando vueltas y que eso reducía la posibilidad de un nuevo salto en el tipo de cambio. Pero la realidad muestra una y otra vez que la teoría no funciona en la Argentina. El mercado cambiario es chico. Y con muy poca demanda de divisas se puede generar mucha inestabilidad. 

¿Cuánto más puede seguir subiendo el dólar? Aunque son pocos los que se animan a dar una repuesta con valores precisos, la mayoría de los analistas coincide en una referencia. El techo de la banda cambiaria es casi 50 pesos. Hasta esa cifra el Central se comprometió a no vender divisas para intentar moderar la devaluación. La entidad tiene la tasa de interés como herramienta clave para moderar las presiones cambiarias. Pero algunos observan que empieza a ser cada vez menos efectiva. El Central bajó en los últimos dos meses 15 puntos la tasa de interés y le dijo a los inversores que la situación estaba bajo control. Si ahora tiene que volver a llevar la tasa a niveles de 60 por ciento para parar la suba del dólar, la interpretación de la city va a ser de manual: la situación esta a punto de estallar.

El tipo de cambio mayorista registró ayer un incremento de 40 centavos y cerró en 39,67 pesos. El avance fue de 1 peso y 45 centavos en la última semana. La cotización ya se ubica por arriba del piso de la banda cambiaria y es la segunda más elevada desde que comenzó la gestión de Guido Sandleris en el Banco Central. El pico anterior había sido de 41,25 pesos el 28 de septiembre. 

La autoridad monetaria nuevamente enfrenta una situación sin grises. Las primeras semanas de enero el problema era cómo hacer para ubicar la cotización por encima del piso de la zona de no intervención. La principal tensión ahora es cómo conseguir que el tipo de cambio se estabilice. El riesgo es que los saltos diarios de la divisa potencien los problemas del mercado interno. La volatilidad cambiaria afecta el consumo, la inversión y el proceso inflacionario. Una de las preocupaciones en el Central es que una nueva ronda de devaluación acelere la inflación, la que empezó el año en torno del 3 por ciento mensual (cifra que anualizada superaría el 40 por ciento).

La dolarización de los activos no fue el único frente de problemas financieros. Los bonos argentinos volvieron a mostrar caídas y explicaron un aumento del riesgo país hasta las 708 unidades. En el mercado aseguraban a finales de enero que la Argentina había encauzado sus problemas macroeconómicos y la tendencia era a romper el piso de los 600 puntos. Pasaron dos semanas y la tendencia es la contraria. Los títulos de mediano y largo plazo fueron los que más cayeron. Se destacó la baja del Argentina 2037 (0,6 por ciento) y del Discount 2033 (-1,1).