"Se lo digo a todo el mundo: somos una banda laburadora. Estamos cumpliendo 29 años, hemos tenido malas, buenas -aunque más buenas que malas-, pero creo que con el correr de los años Vilma se hizo de la gente, la gente se lo hizo suyo", le explica Mario "Pájaro" Gómez a Rosario/12. Años de trabajo que continúan sin pausa, tanto es así que, según el líder de Vilma Palma e Vampiros, "tenemos que tomarnos un mes para descansar porque ya estamos grandes, pero estamos bien (risas)".

La noche del acontecimiento es la de hoy, en el marco de Rosario Bajo las Estrellas, el ciclo veraniego que organiza Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, con el escenario del Anfiteatro Humberto de Nito como marco inmejorable. A las 21 y con entrada libre y gratuita, Vilma Palma presentará "Noche de pachanga" junto a la música de Chiquita Machado, el grupo rosarino y femenino que lidera la voz de Marina Calvagna (ver recuadro). En caso de lluvia, la actividad se reprograma para mañana.

"El que hinchó para hacerlo fui yo. Tenemos ganas de hacer un buen show. Yo soy de acá y me pone muy feliz poder tocar después de girar tanto y visitar tantos lugares, va a ser un momento muy lindo", agrega el músico. ¿Cuál es el secreto o lo que sea que anide tras la permanencia de Vilma Palma? "No sé cómo explicarlo. Los tacheros me lo preguntan siempre. Y siempre digo que es una bendición. Tal vez uno mezcla un poco las cosas, pero creo que es un sentimiento, de muchas cosas que están pasando. Nos sigue una franja ancha de chicos y chicas que tienen mi edad, 50 y pico, pero también otros de 20 o 30. Ayer una señora de 75 años me dice: 'Sos divino'. Qué se yo, uno convive con eso", señala Gómez.

"Son épocas duras para todos. De nuestro lado vamos a hacer lo posible para que la gente la pase bien".

"Tenemos muchos discos grabados pero los primeros fueron los más emblemáticos, y son esos discos los que al día de hoy siguen sonando en todos lados, los tocamos y la gente canta todas las canciones. Esta noche vamos a tocar algunos temas del último disco, Boomerang, también. Va a ser una linda propuesta", continúa. Lo de "banda laburadora" es literal. En lo inmediato, la agenda de Vilma Palma incluye viajar "la semana que viene a La Plata y luego a Bolivia. Después volvemos y vamos al sur, a San Juan, a Mendoza. Sobre fines de marzo y las primeras semanas de abril, vamos a Estados Unidos. Luego tenemos Perú, Ecuador. Vivimos así, no paramos".

--Un amigo uruguayo me decía que para ellos ustedes son sensación.

--Uruguay es terrible, y otros países también nos quieren muchísimo. Es que además hemos tocado en fiestas privadas, en boliches. Hace un tiempo hicimos una serie de recitales para una cadena de bares, y visitamos Paysandú, Durazno, Montevideo, se trata de un país muy querido, es pintoresco y caro a los afectos.

--Después de tantos años, ¿cómo es la convivencia del grupo?

--El más cabrón soy yo (risas). Es difícil, eh. Hay cuatro originales en la banda: el "Largo" (Gerardo Pugliani: bajo), el Oveja (Carlos González: batería), Karina (Di Lorenzo: coros) y yo, somos de los primeros que todavía estamos en el grupo. Los demás (Pablo Cejas: guitarra,  Luciano Cristini: percusión, Martín Cura: teclados, Fabiana Díaz: coros), están hace más o menos diez años. Y la llevamos, es difícil la convivencia. Por ahí el más embrollón soy yo. Pero siempre estamos con las pilas puestas. No somos mucho de ensayar, en ese sentido somos bastante vagonetas. Es decir, somos un grupo más de oficio, tenemos muchos años, pero a la hora de pelar las papas, las pelamos. Todo pasa por ahí. Es mucho más oficio que otra cosa. Cuando hay que hacer cosas, el mandón soy yo. No es una relación perfecta la que tenemos, pero la llevamos.

--En cuanto al contexto que nos toca, ¿qué lugar ocupa Vilma Palma?

--Hemos pasado varias con Vilma, durante 29 años. A mí mucho no me gusta hablar de eso, pero hay que ponerle onda. Lo del sábado tiene que ver con eso. Va a ir mucha gente que quiere pasarla bien, que se va a acordar de alguna vivencia a partir de un tema, o de alguna novia o novio que conoció. Vilma está agarrado por ese lado. Estamos para construir, no para romper, creo que pasa por ahí. Son épocas duras para todos. De nuestro lado vamos a hacer lo posible para que la gente la pase bien. Me pasa en la calle, con gente que me lo dice. Son momentos difíciles y vos formas parte del poner contentas a las personas.