La tensión entre India y Pakistán sumó ayer un nuevo capítulo por una vieja disputa que se renovó hace dos semanas tras el atentado en la parte india de la región de Cachemira, en el que murieron 41 indios. Ayer, India bombardeó territorio de Pakistán por primera vez desde 1971.

Según el gobierno indio, el blanco fue un grupo de militantes islámicos en Cachemira. La medida exacerbó las relaciones entre ambos países, que ya lucharon en tres guerras por ese territorio en 1947, 1965 y 1999. Pakistán advirtió que responderá a la “agresión intempestiva”. India asegura que atacó ayer un campo de entrenamiento islamista en territorio controlado por Pakistán, matando a muchos insurgentes del grupo supuestamente responsable del atentado suicida del 14 de febrero. 

“India atacó el mayor campo de entrenamiento de Jaish-e-Mohammed en Balakot. En esa operación muchos terroristas, formadores, comandantes y jihadistas preparados para atentados suicidas fueron eliminados”, confirmó Vijay Gokhale, un responsable de la diplomacia india en una conferencia de prensa. Del lado paquistaní, la versión fue otra. “Rechazamos rotundamente la afirmación india de que han atacado supuestos campamentos terroristas”, afirmó la oficina del primer ministro paquistaní, Imran Khan, que convocó para hoy una reunión especial de la Autoridad Nacional de Comando, órgano civil para la supervisión de asuntos relacionados con el arsenal nuclear”.