Decidido a hacer una revisión y conmemorar los quince años transcurridos desde que se aventuró en montar una revista íntegramente rosarina, Manuel Cansino descubrió que un único espectáculo no lograría hacer justicia con muchos de los que lo respaldaron en su desafío de devolverle brillo a la revista rosarina y, en simultáneo, darle vida a la cartelera de verano en la ciudad. Fue entonces cuando el productor y director teatral redobló la apuesta y le dio forma a los elencos que desde hoy, y hasta el mes de junio, se alternarán cada sábado con dos propuestas que, aunque con similar estructura, tendrán sus características particulares.

A modo de apertura de la temporada, esta noche a las 21 los que subirán al escenario del Teatro Mateo Booz (San Lorenzo 2243) serán Gachy Roldán, Roberto Moyano, Juan Junco y la vedette Silvana Michelini. El sábado próximo, en idéntico horario y espacio, debutarán el imitador Aníbal Benítez, Ana María Di Francesco con su personaje de La Tana, Quique Rubicondi, Alejandro Mustafá, Mariana Mignaco como vedette y Liliana Gioia como capocómica. "Liliana es una persona sumamente cara a mis afectos, porque con ella debutamos en el año 2002, fue la primera que me dijo que sí cuando fui a hablarle para hacer una revista", distingue Cansino a pocas horas del estreno de la primera de las dos puestas. Marcados por similar estructura, ambos espectáculos sostendrán al cuerpo de baile coreografiado por Paola Alaniz, contarán con vestuario de Lorena Fenoglio y, en el cierre, con un homenaje sorpresa a cargo del propio Cansino.

"Los sketches, los monólogos, son diferentes, no tienen nada que ver unos con otros. Hay una estructura que tiene que ver con la apertura y el cierre, con un homenaje sobre el final por estos quince años. Hay también algunos cuadros que quise revivir y que volvemos a hacer, pero el 80 por ciento es todo nuevo en ambas revistas", apunta el director, que remarca: "Creo que estar trabajando quince años con esta continuidad no es tarea sencilla, pero siempre estoy pensando que podemos hacerlo. Venimos haciéndolo desde hace quince años y entonces por qué no seguir con este género con el que la gente se ha ido adaptando".

En esa línea de adaptación, Cansino entiende que los contenidos mismos fueron amoldándose a los tiempos que corren. "La revista pasó a ser mucho más familiar, dejó de tener el chiste hacia la mujer sobre la cola y las tetas, dejó de ser eso. Más allá de que, obviamente, está la belleza, pero la mujer se muestra desde otro lugar, se muestra con sus dotes bailando, cantando, actuando --analiza Cansino--. Hace quince años en Buenos Aires bajaba la mujer por la escalera y el capocómico le tiraba un chiste que ella nunca remataba, lo remataba el hombre. Ahora se terminó, ahora la mujer también remata el chiste, canta, baila, actúa. Los nuevos productores lo fuimos cambiando, poniendo el acento en otros lugares, en otro humor".

Convencido de haberle dado forma a revistas de carácter familiar desde aquel regreso revisteril de 2002, Cansino reconoce la influencia de autores como Darío Vítori y Mercedes Carreras en pos de apuntar a la llegada de un público amplio. "Al haber trabajado muchos años con el Tano Vítori, con Mercedes Carreras, un poco tengo esa mezcla de la cosa familiar, que va más allá de la revista procaz, provocativa. Obviamente está el piropo, es parte de la revista, pero con los años todo fue cambiando. En mis espectáculos no se produce que la mujer sea un objeto sexual. Esa imagen no existe en mis revistas".