La población misionera rechazó en 1996 mediante votación el proyecto Corpus (hidroeléctrica entre Argentina y Paraguay). En 2011 se aprobó la Ley IV-56, que establece la obligatoriedad de llamar a votación vinculante y obligatoria ante cada nueva represa. Desde hace una década está en carpeta la represa de Garabí (entre Brasil y Argentina), que inundará 40.000 hectáreas. Pero los sucesivos gobernadores misioneros desoyeron la ley. La Mesa Provincial No a las Represas organizó una votación popular en 2014. Participaron 120.000 misioneros y el 96 por ciento dijo no a las hidroeléctricas.