La decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade, dijo que al ver el libro tuvo “una sensación muy contradictoria”. “Por un lado, la desazón frente a la falta de inversión, el desfinanciamiento, y la falta de apoyo al Programa Nacional de Educación Sexual Integral y su ausencia en las provincias. Por otra parte, la satisfacción, de comprobar que la ESI es un proyecto pedagógico, político, que interpela, y mejora la vida de las, los y les jóvenes de las escuelas. El manual es muy bueno, porque cubre una cantidad muy amplia de temáticas, supera obviamente la visión biomédica de la sexualidad porque se apropia de la concepción de sexualidad que tiene la ESI, además brinda herramientas para el trabajo, la discusión.”