Ultimamente, el presidente Mauricio Macri no la pasa bien cuando se cruza con obreros de la construcción. Tal vez por eso esté caliente, como dijo ante su gabinete. Por caso, este jueves, mientras visitaba el avance de la obra que el gobierno de la Ciudad realiza en el bajo porteño, se acercaron unos trabajadores a tomarse una foto. Macri se acomodó con ellos para ser retratado. Todo iba bien hasta que el obrero estaba a su derecha levantó su mano y posó con los dedos en V a la usanza peronista. El Presidente se dio cuenta y le bajó la mano con una forzada sonrisa.

Poco antes, durante la mañana, Macri había conducido lo que para Cambiemos es la reunión de Gabinete ampliado que realizó en el Centro Cultural Kirchner. Allí fue donde en medio de la arenga a sus funcionarios reconoció estar caliente. Poco después, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, recorrió las obras del Paseo del Bajo y se cruzó con los obreros. El momento fotográfico incomodó al Presidente que tuvo que aceptar que unas trabajadoras se fotografiaran con él pero una vez que sonó el click de la cámara se dio vuelta y se fue sin responder el saludo de las mujeres.

El 26 de febrero pasado le ocurrió algo similar mientras realizaba otro recorrido uno de los obreros le reclamó que "haga algo", en referencia a la dura situación que atraviesan los trabajadores como consecuencia de las políticas de ajuste. Dante Guari, que así se llama el obrero, no fue a trabajar el día siguiente y se pensó que había sido despedido por haberle expresado su reclamo a Macri. No pasó pero días después reconoció que funcionarios del Gobierno fueron a su domicilio con la intención de saber si pertenecía a algún partido político y no como se había dicho en ese momento en búsqueda de interiorizarse de la situación del trabajador y darle la ayuda correspondiente.