Olivera, quien fuera condenado en julio de 2013 a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan por más de 50 crímenes de lesa humanidad, se fugó semanas después con otro acusado, Gustavo De Marchi, y permaneció prófugo hasta el 30 de enero pasado, cuando fue recapturado en Buenos Aires tras un seguimiento mediante escuchas telefónicas.

Será indagado esta semana por el Juzgado Federal 2 de San Juan por nuevas causas que se desarrollan en el marco de un nuevo juicio por delitos de lesa humanidad que comenzará en esa provincia el 13 de marzo, en el cual también serán juzgados otros 20 militares. Entre los acusados también está De Marchi, quien fue recapturado en 2015.

Olivera deberá declarar en la denominada "causa Farías", por la cual se investigan homicidios de cinco militares ocurridos en San Juan durante la última dictadura militar, y también en la "causa Servinelli", por privación ilegítima de la libertad, explicó el fiscal general Francisco Maldonado.

El represor recapturado se encuentra "aislado" en el Penal de Chimbas de San Juan, informó el director del establecimiento, Oscar Ghilardi, ya que "el contexto de la fuga que protagonizó a días de haber sido condenado es un factor que tenemos en cuenta: nuestra obligación es tomar todas las medidas necesarias para que esto no se repita".

Jorge Antonio Olivera, nacido en 1950 en Posadas, Misiones, llegó en 1975 a San Juan egresado del Colegio Militar para desempeñarse como jefe de Inteligencia del Regimiento de Infantería de Montaña 22; formó parte de la rebelión carapintada de Aldo Rico en 1987 y se presentó como candidato a diputado en las elecciones de 1999.

Las leyes de Obediencia Debida y Punto Final lo beneficiaron hasta 2007, cuando fueron derogadas. El juez federal de San Juan Leopoldo Rago Gallo ordenó su detención por torturas a las que fue sometida la jueza Margarita Camus, hija del ex gobernador de esa provincia, Eloy Camus.

Olivera permaneció prófugo un tiempo y fue arrestado en 2008 y condenado cinco años después por más de 50 crímenes de lesa humanidad, en un juicio en donde también declaró el ex gobernador de San Juan y actual presidente del PJ, José Luis Gioga, por las torturas en su contra durante la dictadura.

Tres semanas después el represor volvería a la condición de prófugo hasta el 30 de enero de 2017, cuando fue encontrado en el baúl de un auto ubicado en la casa de su ex esposa Marta Ravasi, en San Isidro.