“No vamos a negociar salarios de hambre”, advirtió Roberto Baradel, secretario general del sindicato único de trabajadores de la educación de Buenos Aires (Suteba), de cara a la primera reunión paritaria provincial, que se desarrollará hoy. La gobernadora María Eugenia Vidal ya avisó que la oferta que harán es del 18 por ciento de aumento, porque esa sería la inflación de este año según el macrismo y es lo que se previó en el presupuesto. Sin embargo, desde el Suteba y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) respondieron que ese porcentaje es insuficiente, porque el salario “debe recuperarse de la merma que sufrió el año pasado”. Los sindicalistas hablan de un porcentaje mínimo de 30 puntos de aumento: sostienen que necesitan recuperar 10 puntos perdidos el año pasado y que, de acuerdo con cálculos optimistas, la inflación rondará el 25 por ciento este año.

La paritaria bonaerense aparece atravesada por otro conflicto, que es la negativa del Gobierno a abrir la paritaria nacional docente; impuesta por la Ley Federal de Educación desde el 2005. La paritaria nacional fija un piso al salario docente en todo el país, para acotar la disparidad entre las provincias.

“El Estado debe garantizar un piso salarial para todos los docentes del país. Si eso no se hace, estamos volviendo a los ‘90, cuando cada provincia pagaba los sueldos que podía sin ayuda del poder central. Estamos preocupados por el desconocimiento de la paritaria nacional docente por parte del Gobierno”, dijo Baradel, quien aseguró que no aceptarán el “tope” del 18 por ciento.

“El porcentaje que ha dejado deslizar el Gobierno a través de los medios de comunicación está muy lejos de la pérdida salarial que hemos debido soportar en los últimos meses, a la que se le suma el anuncio de nuevos aumentos tarifarios”, explicó Mirta Petrocini, presidenta de la FEB, que también estará sentada en la mesa de negociación. “No podemos sentarnos con una desventaja salarial de 6 meses –remarcó–. El Gobierno debe tenerlo en cuenta y aceptar que nuestros ingresos están postergados y no vamos a negociar a la baja.”

Baradel sostiene que la reunión de hoy debió producirse hace tiempo: “Queríamos que nos convocaran en enero porque durante todo el segundo semestre del año pasado dimos muestras de que estábamos dispuestos a negociar con antelación al inicio de clases, pero el gobierno de la provincia decidió otra cosa. Lo que no vamos a aceptar es un tope del 18 por ciento, porque incluso las consultoras cercanas al oficialismo proyectan una inflación de 25 puntos para 2017. No vamos a negociar salarios de hambre”.

Petrocini explicó que esperan “un gesto concreto en el ámbito nacional para que se convoque de inmediato a los gremios para establecer una pauta salarial que solucione los desequilibrios existentes en las diferentes jurisdicciones”. La titular de la FEB avisó que, si la oferta del 18 por ciento se concreta, “resultaría inadmisible e inaceptable”. Sobre la paritaria nacional expresó: “Hemos reclamado históricamente una Ley de paritarias nacional, porque hasta el momento se trata de una negociación entre partes que no es vinculante y no obliga a las provincias a incrementos salariales dignos”.