El TOF 4 de San Martín paso a un cuarto intermedio en el juicio por el asesinato de José Díaz, el militante del MTP que junto a sus compañeros tomó el cuartel de La Tablada. Hace instantes el único imputado, general retirado Alfredo Arrillaga, hizo uso de sus últimas palabras. “Gorriarán Merlo abandonó a su tropa, no hubo dignidad”, agregó mencionando al líder del MTP ya fallecido. Sus últimas palabras fueron: “Soldado, si tu vida estuvo en peligro no te arrepientas”. A las 12.30 emitirán el veredicto.

La ex SIDE tenía documentos y llegaron antes del fin del debate. El abogado Pablo Llonto indicó que son documentos sobre la suerte corrida por varios integrantes del MTP. Sobre Díaz, lo ubican como “abatido” en 18 menciones. Es decir, el Estado siempre supo que no se había fugado.

Entre pasacalles que exigen justicia y las fotos de los cuatro desaparecidos en el ingreso los familiares estuvieron acompañados por Nora Cortiñas y Vera Jarach, de Madres de Plaza de Mayo, el diputado Horacio Pietragalla, Paula Litchvasky del Cels, el reportero Eduardo Longoni, cuyas fotos fueron prueba esencial en el proceso, y los abogados de la querella Liliana Mazea, Pablo Llonto y Eduardo Lombardi, además de los cronistas del Diario del Juicio, entre otros. Ahora en la vereda se armó una radio abierta de La Retaguardia y FM La Caterva.

Arrillaga, rodeado por dos miembros de su familia, leyó un texto: “Espero justicia soy inocente honrando a la dama de ojos vendados, anciano soldado con 85 años, integro el grupo excluido de la sociedad y de la Constitución, aquellos que nos aplaudieron hace 40 años me persiguen hoy. Somos los kelper argentinos, víctima de una política revanchista”. Sobre el juicio dijo que “terroristas tomaron un cuartel, en democracia lo recuperamos bajo órdenes políticas”. Y citó a Charles Montesquieu, al tiempo que insistió en que no hay ninguna prueba del hecho por el que se lo acusa. Sobre los testigos que lo incriminaron dijo que son “resentidos del Ejército”.

Su abogado pidió la absolución al decir que no hubo un plan para exterminar a los militantes del MTP, ninguna prueba así lo indica. “Sale el sol pero el letrado dice que llueve”, comentó uno de los familiares.

Este juicio que culminó hace instantes había comenzado en diciembre y logró torcer la versión oficial que duró tres décadas según la cual los militantes no fueron torturados ni desaparecidos sino que se fugaron. Y también pusieron de manifiesto otras responsabilidades tanto de represores como de la justicia, elementos de prueba para profundizar las investigaciones de los otros casos, Provenzano, Ruiz y Samojedny y sus compañeros fusilados y torturados aquel 23 y 24 de enero de 1989 por el Ejército. El MTP sostuvo y sostiene que ingresaron al asalto del regimiento para frenar un golpe de Estado que se estaba gestando.