"¡Pará, pará, no dispares!", le gritó Valentín Z. al autor del balazo que terminó con la vida de María Soledad Sotelo, la mujer de 32 años que fue baleada por un motociclista, en Alsina al 2900. La fiscal Marisol Fabbro acusó al muchacho de no haber brindado información que consideró primordial para dar con el autor. Ayer, el chico de 19 años quedó imputado por el delito de encubrimiento agravado y recuperó la libertad con restricciones. "Al presunto autor (quien fue identificado pero no está detenido) lo conocemos desde ayer y a él le tomamos declaración el viernes", se quejó la fiscal, quien basó la acusación en tres testimonios que ubican a Z. en el lugar del hecho.

"La pareja y el papá de la mujer manifestaron que estaban en la puerta de la casa de sus padres de Sotelo, pintando el frente. María Soledad estaba con su mamá y sus dos hijos, tomando mate en la vereda; mientras los varones pintaban", reveló. "Toda la tarde vieron a un grupo de chicos en moto que estaban en la casa de Z.. Uno pasaba haciendo willie; y en una de las ocasiones casi tiene un incidente con la nena de la mujer. Ella les dijo algo y el que estaba en la moto la insultó a los gritos", señaló.

Z. "se acercó a discutir con la familia de la víctima". Al rato, el de la moto, "volvió a pasar y tuvo un intercambio con el marido de Soledad. El le dijo que no pase más con la moto de esa manera. Cuando pasó por tercera vez, vieron que sacó el arma de la cintura y fue cuando Z. le gritó que no dispare".

La jueza Silvia Castelli aceptó la imputación. El muchacho deberá pagar una caución de 5.000 pesos y presentarse a firmar semanalmente. Tampoco podrá salir del país, aunque tenía planes de irse a vivir a otro lado.