Ocho documentales de seis nacionalidades diferentes competirán en la Sección Oficial de Documentales de la 25º Mostra de Cine Latinoamericano de Cataluña, organizada por el Ayuntamiento de Lleida y el Centro latinoamericano de Lleida, que se realizará del 6 al 13 de junio. Esta sección está coordinada por la profesora Gloria Jové de la Facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social de la Universidad de Lleida y por Albert Galera. Y el documental argentino, tan bastardeado por las políticas cinematográficas actuales de la gestión macrista, es gran protagonista en tierras catalanas: cuatro films son nacionales; es decir, el 50 por ciento de la sección.  

Uno de ellos es Viaje a los pueblos fumigados, de Fernando “Pino” Solanas, estrenado en la Argentina hace un año. En el octavo film de su serie documental, el director de La hora de los hornos profundiza en los severos problemas para el medio ambiente y los seres humanos que genera la utilización de los agrotóxicos como los herbicidas, pesticidas e insecticidas con que se fumigan parte de los campos argentinos. Filmada en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Salta, Chaco y Misiones, la última película de Solanas investiga las consecuencias sociales –no sólo ambientales– que dejó el modelo transgénico con esos agrotóxicos.

El otro documental argentino es Miró. Las huellas del olvido, de la cineasta pampeana Franca González. Hace trece años, González fue al encuentro de su abuela, una mujer que se había quedado sola en una casa inmensa en el medio de La Pampa, para filmarla en su largometraje Atrás de la vía. Tras esa película muy personal, la directora nacida en La Pampa, construyó una sólida carrera en el terreno del documental, con trabajos muy valorados como Al fin del mundo y Tótem. A la cineasta siempre le habían quedado ganas de filmar nuevamente en La Pampa, pero no había nada que terminara de seducirla lo suficiente como para encarar un proyecto. Hasta que en 2014 leyó en un diario que habían descubierto un pueblo en la provincia completamente tapado por la soja. Se llamaba Mariano Miró. Fue fundado en 1901 con la estación del ferrocarril y existió aproximadamente durante una década. Tenía alrededor de quinientos habitantes, pero contaba con herrería, almacén de ramos generales, hotel y peluquería, aparte de los galpones del ferrocarril y chacras. Esto lo relata en su último documental.

El tercer film nacional que estará en la Mostra de Lleida es Charco, Canciones del Río de la Plata, de Julián Chalde. Se trata de un notable film sobre la música argentina y uruguaya, que incluye a más de setenta destacados artistas rioplatenses (Fito Páez, Jorge Drexler, Gustavo Santaolalla, Hugo Fattoruso y Pedro Aznar entre ellos). Fue rodado durante cinco años en las locaciones más diversas de Buenos Aires y Montevideo, retratando todos los paisajes musicales de la región, provenientes del tango, rock, la murga, el candombe, la cumbia y la milonga. El film recorre los puntos de referencia más importantes de la canción del Río de la Plata.

El cuarto documental argentino es Los 120, la brigada del café, de María Laura Vasquez. En 1985, 120 jóvenes argentinos viajaron hasta Nicaragua, con el fin de realizar tareas de recolección de café para colaborar con la economía de ese país, muy perjudicado por la guerra impuesta por los Estados Unidos. Inmediatamente en Argentina, la derecha conservadora, los medios hegemónicos y las fuerzas diplomáticas demonizaron esta iniciativa solidaria e hicieron todo lo posible para que esta acción fracasara. En cambio, este viaje se realizó y significó para este contingente una experiencia que les cambió la vida para siempre. Treinta y un años después, cuatro brigadistas decidieron volver a Nicaragua a recorrer los espacios de esta historia.