El obispo de Avellaneda-Lanús, Rubén Frassia, hizo pública su decisión de privar de las “licencias ministeriales” al sacerdote Francisco “Paco” Olveira y, así, impedirle en su diócesis la administración pública de los sacramentos al antiguo párroco de Isla Maciel. El cura, que forma parte del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, tiene frecuente actuación pública en favor de los excluidos, y tuvo también una presencia destacada estos días en La Rioja, cuando le entregó una carta a Gabriela Michetti en la que expresó su repudio a la presencia de la vicepresidenta en el acto de beatificación del obispo Enrique Angelelli. No obstante, la medida adoptada por Frassia es anterior al episodio de La Rioja y no guarda relación con ese hecho, aunque sí con las diferencias que el obispo mantiene con el sacerdote y con las acusaciones que le realiza por su posicionamiento político y social.

En septiembre pasado había circulado la información de que el cura Olveira dejaría la parroquia de Isla Maciel, donde además de su labor pastoral venía desarrollando tareas de asistencia y organización social. Este año Olveira se estableció en la diócesis de Merlo-Moreno, y Frassia nombró a los sacerdotes Mario Ghisaura y Juan Manuel Rega en Isla Maciel. .

La actuación de los nuevos responsables de la parroquia desató reacciones entre fieles y catequistas, entendiendo sobre todo que Ghisaura estaba contradiciendo, sin consulta con la comunidad, los lineamientos pastorales que hasta entonces se habían llevado adelante. Las diferencias alcanzaron estado público hasta el punto que las Madres de Plaza de Mayo salieron en defensa de Olveira, pidiendo la reincorporación del cura a Isla Maciel.

Según señala ahora Frassia, hacía tiempo “venía señalándole” a Olveira ciertas “actividades y manifestaciones públicas”: “Por ejemplo el tema del aborto, un tema que está muy claro en el catecismo de la Iglesia católica y también en un contundente magisterio del papa Francisco; no es compatible con el ejercicio del sacerdocio manifestarse en contra de la doctrina común de la Iglesia”.

Frassia sostiene que “las opciones partidarias e ideológicas del P. Francisco pertenecen al ámbito de lo personal y como tal respetable, pero en el caso de un sacerdote deben subordinarse a la Tradición y a la acción de la Iglesia”. Admite también que “en el transcurso de estos meses he recibido gente que se manifestaba en contra y también gente que se manifestaba a favor de la permanencia del P. Mario” (Ghisaura).

La decisión adoptada ahora por Frassia no solo incluye la quita de licencias ministeriales para Olveira, sino también la concesión de un “período sabático” sin plazo para Ghisaura, y una autorización a Rega para que realice estudios de posgrado. Dispuso a su vez que las parroquias de Isla Maciel sean atendidas por otros sacerdotes de la diócesis sin precisar nombres.

Según trascendió, Olveira prefiere no continuar con el debate público sobre este tema.

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