El mercado aumentó su pronóstico de inflación. Para 2019 espera un incremento de los precios del 40 por ciento. El mes pasado había estimado esta cifra en 36 por ciento. Las subas del tipo de cambio en las últimas semanas y la mayor inestabilidad financiera fueron elementos claves para acelerar las expectativas de inflación. La economía cayendo a ritmos del 5 por ciento y el Banco Central fijando tasas cercanas al 74 por ciento con emisión cero de la base monetaria no consiguieron contener la inercia. El desorden macroeconómico y la falta de pericia de los funcionarios para administrarlo aceleraron el problema de precios en los últimos años: la inflación acumulada será del 265 por ciento entre 2016 y 2019.

 Las nuevas estimaciones inflacionarias para este año se publicaron en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central. Se trata de un informe en el que se reúnen las estimaciones de los consultores y banqueros para las principales variables de la economía. Los precios son uno de los datos más preocupantes del informe. La inflación esperada para abril se ubica en 4,0 por ciento (el mes pasado la habían estimado en 3,5 por ciento) y para mayo se la registró en 3,2 por ciento (contra el 2,8 por ciento señalado el mes anterior). Estas cifras resultan realmente elevadas y muestran el desequilibrio del mercado interno.   

 Los relevamientos del tipo de cambio tampoco fueron optimistas. Para diciembre se lo calcula en 51,20 pesos (1,2 por ciento por encima de lo que se lo había estimada en el mes anterior). En las últimas semanas se anotaron fuertes dificultades para sostener la divisa y la autoridad monetaria debió cambiar su estrategia cambiaria. Los inversores perdieron la confianza y no se convencen con las promesas del Central. El comportamiento es refugiarse en dólares sin importar el nivel de la tasa de interés en pesos ni la devaluación acumulada en los últimos meses que elevó la paridad real del tipo de cambio.

 La economía real es otra de las variables que pierde en las estimaciones. El pronóstico del PIB arroja una caída del 1,3 por ciento para este año y recién empezaría a recuperarse a partir de 2020. Estas estimaciones de contracción de la actividad económica parecen moderadas: el año pasado mucho de los consultores habían pronosticado crecimiento de más del 2 por ciento y la economía terminó cayendo más del 2,5. En los primeros meses de este año el Producto no logra recuperarse y los sectores con alto efecto multiplicador continúan en fuerte caída. Entre estos se destaca el derrumbe de la industria y la construcción. Desde 2016 el nivel de PIB bajó al menos un 5 por ciento debido a la recesión del último año y medio. 

 La situación fiscal es otro punto polémico del informe de expectativas del mercado. Para los consultores se anotará este año un rojo primario del presupuesto de 95 mil millones de pesos. El dato no es menor: implica que los economistas de la city no consideran que el Gobierno cumplirá con su promesa de déficit fiscal cero. El equipo económico anunció en las últimas semanas un programa de créditos subsidiados y medidas para intentar moderar la recesión económica que podrían afectar los intentos de equilibrar el presupuesto.