La campaña supone un homenaje y cita de moda a la fechada en 1990 donde el músico Mark Wahlberg aka Marky Mark posó en bóxers Calvin Klein junto a la joven modelo Kate Moss, fotografiados por Herb Ritts. Lanzada el 7 de febrero desde las redes y la web de la firma Calvin Klein, la nueva gráfica fue realizada por el  fotógrafo y cineasta belga Willy Vanderperre con estilismo de Olivier Rizzo y propone una fusión entre los clásicos de la marca y el arte contemporáneo. Porque las sesiones transcurrieron en el  Museo de Andy Warhol en Pittsburgh y la Rubell Family Collection de  Miami y exaltan las obras de Andy Warhol Elvis 11 Times Ambulance Desaster y Skull, las obras tipográficas de Dan Flavin, denominadas “I changed my name y Nuts” y sitúa a los Calvin –como se los llama  popularmente–, cual obras de arte pop. 

En la campaña y los nuevos catálogos de la firma, las obras de arte se describen junto a las ropas fotografiadas, que en su mayoría datan de 1980 y 1999 y fueron rescatadas del  acervo referido a  jeans y underwear. Tales son las primeras señales de los nuevos aires en CK desde la designación del diseñador belga Raf Simons como director creativo. Simons, debutó hoy viernes 10 con una esperada colección cuya locación se mantuvo en secreto hasta un rato antes del desfile. Otro indicador de los nuevos aires consiste en el lanzamiento de “Calvin Klein By Apointment”, una línea de ropa y accesorios realizados a medida y con los recursos de alta costura aprendidos por Simons mientras trabajó en Christian Dior. Para ilustrar el manual de estilo implícito entre los diseños de la colección con cita previa y a la medida de las usuarias, recurrió a vestir a quince mujeres de la escena actual de Nueva York: de la niña actriz con poderes en la serie “Stranger Things” Millie Bobby Brown, a las modelos Jamie Bocher, Lineisy Montero y Julia Nobis. Como premisas de la línea que tendrá vigencia desde el 1° de abril, la firma destacó “el interés por reflejar la diversidad de estilos predicados por las mujeres norteamericanas y extranjeras radicadas en Nueva York, desde 1920 a la actualidad”.

Calvin Klein tiene 75 años, nació en el Bronx, se graduó en el FIT y con diez mil dólares que le prestó un amigo construyó un imperio en base a ropa clásica y minimalista, ropa interior y perfumes que grafica los cruces de moda y marketing más rentables e instaurados en la cultura popular. Cuando en 2003 vendió su marca a una firma de camisas –el grupo van Heusen– continuó participando de las elecciones y las decisiones de los directores creativos. No vaciló en criticar cuando Francisco Costa, quien se desempeñó en la firma antes que Simons, contrató a una de las chicas Kardashian –la modelo Kendall Jenner– para una campaña. 

Como prólogo de su colección para Calvin Klein, Simons mostró en Nueva York, y en la galería Gagosian –la colección de su firma homónima que siempre conservó como espacio de expresión aún cuando fue contratado para diseñar en Jil Sander–. En los primeros días de febrero, sus diseños intentaron reflejar la mirada de quien visita Nueva York por primera vez. La invitación tuvo forma de avión y replicó cinta de embalar, aludiendo a su mudanza pero también a quienes eligen a la Gran Manzana como destino para radicarse. Los modelos llevaban suéteres que expresaban su amor por Nueva York, aludiendo a los buzos y remeras codiciados por lxs turistas y la proclama de amor por la ciudad, todo diseñado por Milton Glaser. En la previa de la semana de la Moda en NY, que transcurrirá hasta el 16 de febrero se especuló con cuáles serán las manifiestaciones anti Trump que surgirán desde las pasarelas. El nuevo diseñador de Calvin Klein señaló al respecto: “Considero que quien tiene una voz y un medio para manifestarse debe usarlo. El triunfo de Donald Trump me sorprendió mientras ya trabajaba en mi primera colección para el mercado norteamericano y me dejó atónito, de ahí que considero necesario manifestarme en su contra; la búsqueda de un lenguaje que se oponga a su política será mi mayor desafío de diseño”.